
El equipo francés está metido en un gran lío con la sorpresiva partida de Fernando Alonso a Aston Martin. Laurent Rossi quedó debilitado ante los ojos de Luca de Meo. El cargo de Otmar Szafnauer también está en riesgo. La desprolijidad con Oscar Piastri.
Todo sucedió de manera vertiginosa. Y terminó generando un efecto dominó de consecuencias imprevisibles que difícilmente hayan terminado. El miércoles 27 de julio todos los aficionados a la Fórmula 1 estaban felices porque finalmente Sebastian Vettel había dejado de lado su legendario ostracismo tecnológico y abría su primera cuenta oficial en una red social, en este caso Instagram. Nadie imaginaba que lo peor estaba por llegar…
Seb sorprendió a toda la comunidad formulera alrededor del mundo anunciando su retiro al día siguiente y a partir de allí los acontecimientos se fueron sucediendo uno a uno como una bola de pinball cuando golpea contra los hongos. Y aquí no hay que confundirse porque el título es una humorada y nada más ya que Fernando Alonso tenía cocinadas las negociaciones con Aston Martin desde algún tiempo atrás. Las cosas no cambian en la Fórmula 1 de un día para otro aunque hay disparadores para precipitar o acelerar decisiones.
El incidente con Esteban Ocon en el Hungaroring (el francés tapó a Nano cuando salía de boxes y Daniel Ricciardo superó a ambos en la misma maniobra) pudo decidir el destino de Fernando (¿Cuánto tuvo que ver la mano de Flavio Briatore en esta salida de Alonso?) y que Alpine se transforme automáticamente en un cabaret tal como calificó Diego Latorre al plantel de Boca Juniors allá por 1997. Y Otmar Szafnauer quedó en el centro del ring recibiendo cachetazos por doquier. Los otros protagonistas de la historia son Laurent Rossi, Luca de Meo y Oscar Piastri, suficiente para armar un culebrón a la francesa…
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Alguien no está feliz…
Renault está invirtiendo muchísimo dinero para transformar a Alpine en un equipo ganador. Y la desopilante situación que está viviendo el equipo francés por esta horas no le gusta nada al Director General Luca de Meo. Y alguien deberá pagar las consecuencias de tamaña desprolijidad. Serán Laurent Rossi, Director de Alpine y/o Otmar Szafnauer, su Team Principal.
Decir alegremente que se enteró por los diarios de la partida de su piloto estrella no ayuda mucho a sostener al Jefe de Equipo. Y menos el comunicado con el cual confirman a Oscar Piastri como el sustituto de Nano que fue desmentido por el propio piloto australiano. Szafnauer ni siquiera sabía donde estaba Alonso ya que creía que gozaba de un crucero por las islas griegas mientras Nano grababa un video en Oviedo, Asturias. Ni en el show de Benny Hill se vivió un momento tan bizarro como este…
Luca de Meo es el principal impulsor de Alpine como la submarca deportiva del gigante francés Renault. Por ello es que el equipo de Fórmula 1 cambió su nombre. Y este sainete no ayuda en nada a sostener la imagen de marca. Nada que envidiarle a Ferrari salvo que esto es con aroma a perfume francés…

Ordenar todo rápidamente
Lo primero que debe hacer Alpine es sentarse a negociar con Oscar Piastri para darle una salida a su enfrentamiento, luego deberán buscar un piloto (¿Pierre Gasly o Daniel Ricciardo?) y mientras tanto comenzar a calmar las aguas. El dinero invertido por la marca francesa es demasiado como para tener los resultados que están obteniendo por más que se encuentren en el cuarto lugar del Campeonato de Constructores con apenas cinco puntos de diferencia con McLaren.
Evidentemente Fernando Alonso se cansó de algunas situaciones y del destrato dentro del equipo francés y por ello decidió cambiar de aire en una apuesta cuanto menos arriesgada e incierta. Y en Enstone (y en París, of course) no están nada contentos con esta actualidad. Ahora deberán hacer borrón y cuenta nueva y atenerse a las consecuencias ya que esto aún no terminó.

Fotos: gentileza Alpine F1 Team.
Excelente, mi estimado Gonzalo Ferrer