
La pésima gestión de recursos por parte de Ferrari le dejó el campeonato servido a Max Verstappen. Los responsables. Charles Leclerc y Carlos Sainz están indefensos ante esta situación.
Ferrari tenía todo para volver a ganar campeonatos luego de varias temporadas de ostracismo pero la pésima gestión de recursos ejercida por el equipo lo impidió y por ello la cúpula directiva de la Gestione Sportiva está en problemas. Y alguien más temprano que tarde deberá dar explicaciones. Los apuntados son tres debido a los altos cargos que detentan dentro del equipo italiano: Mattia Binotto, Laurent Mekies e Iñaki Rueda.
Cuando un equipo falla en casi todos los niveles quienes deben dar la cara son sus directivos. Mattia Binotto protege tanto a Mekies como a Rueda pero en algún momento ese apoyo deberá cortarse por una simple cuestión de supervivencia. Si el ingeniero suizo logra conservar su puesto será a costa de alguno de ellos dos. Claro que hablamos de situaciones normales y la normalidad es más bien un atributo escaso en Maranello…
Uno de ellos será el fusible que hará descomprimir la situación. ¿En cuánto tiempo? Ese es el quid de la cuestión aunque no sorprendería que recién dichos cambios se lleven a cabo para la temporada 2023. O tal vez nunca, con Ferrari es difícil saber…
El escenario favorable que desperdició Ferrari fue el más importante desde las temporadas 1982-83 cuando tuvo el mejor auto pero una serie de desgracias como la muerte de Gilles de Villeneuve condenaron al equipo italiano a ganar solamente la Copa de Constructores.
Hay que bucear demasiado en la historia para encontrar semejante desperdicio de oportunidades, lo más cercano puede ser en 2017 y 2018 pero de allí en más hay que ir muy atrás. Incluso la posibilidad de ganar los títulos en el 2022 eran más fuertes que en ese momento con Sebastian Vettel liderando el equipo.
En la actual temporada hubo una convergencia entre estrategias fallidas, falta de confiabilidad, libertad de pelea entre Charles y Carlos, paradas en boxes espantosas que terminaron incidiendo en la performance del equipo. Así es imposible salir campeón por más que las matemáticas digan que aún es posible.
La gran diferencia entre Ferrari y Red Bull es que en la escudería austríaca se equivocan muy poco mientras que los italianos hacen agua por todas partes. Y no es la primera vez que Laurent Mekies e Iñaki Rueda meten la pata con la estrategia, para muestra basta un botón…

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Dudas, dudas y más dudas
Primero que nada hay que aclarar que Ferrari tuvo el mejor auto durante varios grandes premios del 2022 y eso fue gracias al reordenamiento llevado a cabo por Mattia Binotto cuando decidió terminar lo más abajo posible en la temporada 2020 y así aprovechar el hándicap aerodinámico. De ese modo la Scuderia pudo trabajar ocho horas más que Red Bull y diez horas más que Mercedes por semana en el túnel de viento. ¿Resultado? La F1-75.
A principio de año planteé dudas respecto a la consistencia de Ferrari como equipo de cara al resto de la temporada. Y el mal manejo de sus recursos terminó afectando el rendimiento del monoplaza y a sus pilotos. Carlos Sainz y Charles Leclerc saben que están a la buena de Dios y que no pueden confiar en nadie allí dentro. ¿Cómo se hace para creerles en este momento a Mattia Binotto, Laurent Mekies o Iñaki Rueda?
Los fallos de confiabilidad estaban previstos a medida que le liberen potencia a la UP (por caso Red Bull tuvo el mismo inconveniente a principios de año) pero no la hecatombe generada por estrategias erradas. Y allí el responsable es Iñaki Rueda ya que lidera a un equipo de ingenieros que deben darles las herramientas necesarias a los pilotos para que puedan ganar. Ni hablar de la gestión de los mecánicos en boxes.

Como perder un campeonato en una semana
Charles Leclerc llegó a la cita en Le Castellet con una desventaja de 38 puntos respecto a Max Verstappen luego de su triunfo en Austria. En apenas una semana y dos grandes premios disputados la misma se agrandó en 42 puntos producto del error de manejo cometido por Leclerc en Paul Ricard y por la cuestionable estrategia utilizada por Ferrari en Hungría.
¿Usar neumáticos duros (tardan más en tomar temperatura) en una pista fría? Solamente a Iñaki Rueda se le ocurre esto. Los datos que utilizaron fueron los del día viernes cuando el asfalto estaba mucho más caliente que el domingo. Por caso Red Bull decidió cambiarles los compuestos duros a Max antes de la largada porque en la vuelta de formación notaron que no calentaban adecuadamente.
Ferrari tuvo varios avisos el domingo de la carrera que indicaban que las gomas duras no rendían adecuadamente, entre ellos el de Alpine, y así y todo no escarmentaron ni pensaron en otra estrategia que las previamente establecidas.
El Campeonato de Pilotos está perdido en las actuales circunstancias, el de Constructores es una gran incógnita ya que Red Bull lleva mucha ventaja y porque Mercedes se recuperó y hoy por hoy es una gran amenaza para quitarle el subcampeonato pero lo más preocupante no es perder (en definitiva de eso se trata cualquier deporte, de ganar y perder) sino la forma que eligieron en Ferrari para hacerlo.
Del gallardo y soberbio equipo de las primeras carreras no queda absolutamente nada salvo el auto y los pilotos y con eso sólo no alcanza para ser campeón. ¿Lo entenderán en Maranello antes que sea demasiado tarde y también rifen la temporada 2023?

Fotos: gentileza Scuderia Ferrari.