El león neerlandés

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Max Verstappen condujo de manera soberbia y se quedó con el gran premio de su casa. Nada pudieron hacer ni Ferrari ni Mercedes. El piloto de Red Bull tiene el bicampeonato al alcance de la mano. Gran estrategia de Hannah Schmitz.

La temporada 2022 entró en su recta final y Max Verstappen quedó muy cerca de poder coronarse nuevamente tal como sucedió en la infartante definición del 2021 en Abu Dabi. El dominio mostrado desde el Gran Premio de Francia hasta aquí le permitieron a Max a duplicar la distancia que tenía sobre Charles Leclerc.

La diferencia entre ambos campeonatos es que la primera vez debió luchar hasta la última vuelta con Lewis Hamilton mientras que ahora no tiene rivales ya que demolió a Charles Leclerc y Checo no cuenta como rival sino como escudero.

El piloto neerlandés se rehizo luego de un comienzo de año complicado en el cual el piloto monegasco asomaba como el principal candidato al título. Todo el camino se hizo cuesta arriba para Max con un par de abandonos inesperados y una soberbia F1-75 a la cual Ferrari no supo sacarle todo el jugo. Lo del equipo italiano es literalmente de terror…

Adrian Newey acertó con las actualizaciones, la UP ganó confiabilidad y Max condujo como los dioses para ganar hasta el momento diez de los quince grandes premios disputados. ¿Batirá el récord de Sebastian Vettel con trece victorias en la misma temporada? Es muy probable.

Max ganó en su casa

Un equipo para sostenerse

Ser campeón del mundo no es solamente obra del talento que un piloto pueda tener o no ya que se necesita un equipo por detrás que lo respalde y lo contenga. Y esas es una de las grandes diferencias que el equipo de Milton Keynes tiene sobre el resto en este 2022.

Tal vez Mercedes se asemeje un poco a ellos por esa costumbre que tienen de ganar. En cambio en Ferrari fracasaron estrepitosamente como equipo ya que desperdiciaron un grandísimo auto y le quemaron la cabeza a un buen piloto como Leclerc.

En Red Bull hacen todo lo contrario, sus ingenieros mejoraron un auto que nació inferior a la Ferrari, en boxes cada mecánico cumple su rol sin fisuras y las estrategias marcadas por Hannah Schmitz (ella mantuvo la calma en todo momento mientras decidía lo más adecuado para Max) y su equipo siempre son acertadas. Y el rol mediático queda principalmente a cargo de Helmut Marko y en menor medida de Christian Horner.

Con cada función bien delimitada y un clima interno que ayuda a buscar grandes objetivos todo es más sencillo. Max ganó tranquilidad, Checo lo apoya dentro y fuera de la pista y el equipo, tanto desde boxes como en Milton Keynes siempre está buscando maximizar los recursos para aplicar las estrategias más convenientes.

Hannah Schmitz es la Jefa de estrategias de Red Bull y una pieza importante del equipo.

Un piloto que les ganó a sus rivales

Max Verstappen debía defender el título conseguido en la temporada anterior pero hubo un cambio inesperado de retador. Esto se debió al cambio reglamentario que entró en vigencia para este año y que tantos dolores de cabeza le costó a Mercedes. Por ello Ferrari sorprendió a propios y extraños cuando dominó de manera contundente durante los primeros grandes premios con Charles Leclerc a la cabeza.

Durante el Gran Premio de Emilia-Romagna las cosas comenzaron a cambiar. El 1-2 conseguido en los dominios de Ferrari actuó de manera psicológica y el equipo comenzó a funcionar mejor mientras que los italianos entraron en una crisis de nervios que los llevó a cometer innumerables errores delos cuales aún no pueden recuperarse.

Max destrozó el sueño de Leclerc desde el Gran Premio de Francia en adelante. El neerlandés llegó a la cita en Le Castellet con una ventaja de 38 unidades sobre el piloto monegasco. Cuatro carreras después la misma se engrosó hasta los 109 puntos. No más preguntas señor juez.

Verstappen dio varias muestras de su madurez como piloto en el gran premio disputado en Zandvoort. Los dos adelantamientos a George Russell y a Lewis Hamilton son para enmarcarlos. En el primer caso lo alcanzó y lo superó sin ningún tipo de inconvenientes.

Frente a Lewis fue muy astuto y logró desconcertarlo (el heptacampeón se siente incómodo cuando lucha con Max, sobre todo luego de lo sucedido en Abu Dabi) para superarlo en el mismo relanzamiento de la carrera luego de retirarse el Safety Car. Y en ambos casos hizo prevalecer la velocidad sobre la estrategia, literalmente los dejó parados.

El piloto neerlandés se encamina hacia el bicampeonato y ya no tiene ningún tipo de oposición para lograrlo. Todo se conjugó perfectamente bien y la sensación es que está amaneciendo una nueva era en la Fórmula 1 teñida de azul y naranja.

Charles Leclerc sucumbió ante la remontada de Max y a los errores recurrentes de Ferrari.

Fotos: gentileza Red Bull Racing y Scuderia Ferrari.

Gonzalo Ferrer

Periodista. En los 90 era el encargado del rugby en LV12 de Tucumán. Cubrí la histórica gira de los Springboks por Argentina en 1993 y seguí al seleccionado de la URT en su era de mayor esplendor. En 2019 decidí incursionar en el periodismo escrito. Dirigí DDMO y actualmente EFECTO SUELO, blog rosarino sobre Fórmula 1.

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