
El heptacampeón está transitando la parte final de su extraordinaria carrera aunque eso no significa que deje de brillar. Aún siente que tiene cinco años por delante rindiendo al máximo nivel. ¿Es posible esto?
El deporte tuvo grandes cambios en los últimos treinta años. Los adelantos tecnológicos, el incontrolable avance de la medicina en muchos rubros y las nuevas formas de cuidarse y entrenar estiraron la carrera de los deportistas de élite. Un futbolista, un rugbier, un tenista y hasta un piloto de Fórmula 1 eran considerados viejos a partir de los 30 años de edad y sus carreras se iban apagando rápida e inexorablemente.
Claro que en la Fórmula 1 de esos años hay excepciones como Nigel Mansell, Alain Prost y Ayrton Senna entre otros pilotos que sobrepasaron esa edad límite sin ningún problema y compitiendo. El ingeniero aeroespacial fue campeón a los 39 años en 1992, El Profesor ganó su último título en 1993 con 38 años mientras que Magic falleció tempranamente a los 34 años y con tres títulos bajo el brazo.
Lewis está por cumplir 38 años el próximo 7 de enero, una edad donde los deportistas ya piensan más en el retiro que en proseguir demasiado tiempo más con su carrera. Pero Hamilton es una persona resiliente que logró salir adelante de situaciones complicadas en muchas oportunidades, la última fue luego de la polémica definición de Abu Dabi 2021.
Su deseo de ganar y sus ganas de superación son encomiables. Lewis acaba de manifestarle a Toto Wolff que tiene las energías y la ambición necesarias para competir durante cinco años más al menos. ¿Realidad o utopía por parte del heptacampeón?

Las ganas de ganar
Un deportista de élite odia perder pero debe aprender a convivir con ello. Ser políticamente correcto a la hora de la derrota y mostrar una imagen de entereza cuando siente que el fracaso lo come por dentro es casi una virtud en estos tiempos de cancelaciones por motivos banales en los cuales la rebeldía no está recibiendo grandes muestras de apoyo. Gestos ampulosos de fastidio, declaraciones rimbombantes y tratar de ajustar cuentas con un rival no está bien visto salvo que veas fútbol argentino…
El hecho de tener que pensar en la mera posibilidad de una derrota pone los nervios de punta a cualquiera. Un deportista profesional es un competidor nato y no quiere perder ni jugando al TEG con sus amigos. Y está bien que así sea porque un atleta de élite compite para ganar.
En mi caso fui rugbier en mi infancia, adolescencia y juventud (una rotura de ligamentos en el hombro izquierdo me hizo abandonar la actividad) y había dos momentos dolorosos para mí: repasar los errores que cometía en los partidos y perder.
El hecho de perder se siente en todo el cuerpo. Y Lewis, como el deportista profesional de excelencia que es, debe convivir permanentemente con la derrota dando vueltas sobre él. Y peor para alguien que ganó siete campeonatos y es uno de los mejores pilotos de la historia. Perder no es una opción. Por eso mencionaba la resiliencia más arriba.

El sueño del octavo título
Esa es su mayor ambición. Y no está mal que así sea. Podemos discutir durante horas sin ponernos de acuerdo si es el mejor piloto de la historia o no pero nadie puede negar, ni sus más acérrimos críticos, que es la gran figura de esta época y que es un piloto que no pasa desapercibido. Lewis logró atravesar las fronteras de la Fórmula 1 y es uno de los artífices para que esta sea aún más conocida en el mundo.
Seguir teniendo ganas de competir y ganar a esta edad es inspirador para mucha gente. Y no es una idea descabellada llegar hasta los 43 años corriendo al máximo nivel. Basta con mirar a Fernando Alonso y las buena performance que está teniendo en la actualidad.
Hamilton sigue teniendo hambre de gloria y por ello le avisa a Toto que aún le quedan cinco años en el primer nivel. Quiere que Mercedes le construya un auto a su medida para volver a ganar. Tener ese nivel de ambición cuando debería estar pensando más en el retiro que otra cosa es totalmente elogiable y para destacar. Lewis no debe querer perder ni jugando al fútbol con sus amigos.
Conseguir su octavo título lo dejaría solo en la cima de la lista que componen los treinta y cuatro campeones que tiene la categoría. Ese es su gran objetivo y su gran ambición. Y ahora sólo le hace falta un buen auto para cumplirlo. Por suerte tenemos Lewis para rato.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1.
excelente articulo
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado.
ESTAS PEOR QUE LA PRENSA INGLESA ALABANDO A HAMILTON. EN LA TRANSMISIÓN DE LAS CARRERAS, CUANDO HAY BACHES DE COMPETENCIA, LO MUESTRAN A HAMILTON Y NO LO HACEN CON LATIFI, NO LE CONOZCO LA CARA.
Simplemente destaco que hoy en día un piloto de 40 años puede competir exitosamente en la Fórmula 1. Dale un auto mejor a Fernando Alonso y verás lo que puede hacer. Y con Lewis sucede exactamente lo mismo. Saludos y gracias por entrar en el blog.