Bernie no es el único culpable de lo sucedido en 1981

Bernie Ecclestone no pudo con su genio y soltó la lengua sobre la definición del campeonato 1981 en el documental Lucky! y estalló la polémica en la Argentina. Carlos Reutemann había encarado ese año para ser campeón del mundo y no pudo. ¿Ecclestone es el único culpable? Recuerdos imborrables de una época sin igual.

Bernie Ecclestone es un peso pesado dentro de la historia de la Fórmula 1. Y no lo es ni por haber sido un piloto magnífico, ni por haber diseñado algún auto revolucionario ni por haber sido un creador o un innovador como lo fueron Enzo Ferrari, Bruce McLaren o Colin Chapman. Ni siquiera tuvo las dotes de Toto Wolff como Team Principal.

El principal legado del nonagenario inglés fue la guerra entre la FISA (el brazo deportivo de la FIA en aquellos años) y la FOCA (la asociación de constructores que él mismo presidía) que desembocó en la FOA (Formula One Administration) que años más tarde vendió a Liberty Media tras quedarse con los derechos de la categoría. Un capo para los negocios Bernie…

Desde ese lugar de poder vio cosas que los simples mortales amantes de la Fórmula 1 solamente podemos imaginar. Y esa posición está acompañada de una lengua muy filosa. En el documental Lucky hace gala de esta situación y toca un tema muy sensible para cualquier argentino, la definición de la temporada 1981 en Las Vegas.

Y el británico se arroga un rol definitorio en este desenlace (dijo que le pagó a un masajista para perjudicar al Lole) que nos hace pensar dos cosas: o lo manifestó sólo para figurar o lo hizo para encubrir otro tipo de prácticas non sanctas que ejerció sobre el equipo Williams. Ojo, de ninguna de las dos maneras queda a salvo su inocencia pero en esta trama hubo muchos intereses cruzados y actores que se mezclaron permanentemente.

Carlos Reutemann tuvo una magnífica temporada en 1981 y perdió el campeonato por un solo punto con Nelson Piquet.

Rehén de la guerra FISA-FOCA

1981 fue un año complicado para la Fórmula 1. Y la primera carrera del campeonato terminó decidiendo todo. La FISA quería eliminar las famosas polleritas de los monoplazas (se extendían a lo largo de los pontones y servían para sellar la parte baja de los autos y así lograr el efecto suelo) mientras que la FOCA, plagada de constructores ingleses sin ningún tipo de apoyo oficial, se oponía.

El Gran Premio de Sudáfrica no otorgó puntos porque los equipos alineados con la FISA (Ligier, Renault, Alfa Romeo, Osella y Ferrari) decidieron no participar del mismo. El resultado final fue triunfo para Carlos Reutemann mientras que Nelson Piquet fue segundo. Como esa carrera no otorgó puntos para el campeonato entonces el Lole se perdió nueve valiosas unidades que le hubieran otorgado el campeonato.

En medio del desarrollo de la temporada se decidió correr una carrera adicional en Las Vegas para así tener un campeonato con quince grandes premios disputados. El lugar elegido fue el estacionamiento del hotel y casino Caesar’s Palace de dicha ciudad. Allí se armó un circuito a las apuradas que tenía falencias de todo tipo como los boxes que estaban armados en un galpón gigante y sin comodidades mínimas para los equipos.

El trazado era espantoso, precario, tortuoso y horrible. Por suerte para la Fórmula 1 alguien recuperó la sensatez y este circuito sólo se utilizó en 1981 y 1982. El bueno de Bernie ni aparece aún aunque ya venía ejerciendo su poder en las sombras. Claro que a esta historia todavía le falta todo lo sucedido dentro del equipo Williams en ese año…

Carlos Reutemann marcha por delante de Nelson Piquet en Las Vegas. El brasileño lo superaría un rato más tarde y sería el campeón.

La furia de Jones y las cubiertas Michelin

El clima interno dentro del equipo de Grove nunca fue el mejor luego del triunfo del Lole en Brasil cuando desobedeció las órdenes de equipo y no le cedió el primer lugar a Alan Jones, quien era el vigente campeón mundial en ese momento pero que era un piloto inferior a Carlos. Basta con comparar la carrera de ambos para llegar a esa conclusión…

Regalarle la competencia al piloto australiano significaba despedirse tempranamente de la lucha por el título. Las órdenes de equipo siempre existieron pero en este caso no ameritaba cumplirlas por más que el contrato tuviera una cláusula que decía que Carlos debía dejarle la posición a Jones si la distancia era menor a siete segundos. En la carrera de Brasil la misma andaba solamente en el orden de los tres segundos porque el santafesino iba regulando el ritmo…

En el medio hubo un cambio de estrategia por parte de Frank ya que decidió dejar de lado las cubiertas francesas Michelin para reemplazarlas por las americanas Goodyear. Este movimiento lo completaron todos los equipos alineados en la FOCA salvo McLaren ya que fue el único equipo inglés que siguió usando Michelin. Las escuderías que avalaban el accionar de la FISA siguieron utilizando los neumáticos franceses. La guerra se había trasladado a las cubiertas y allí perdió Carlos.

El piloto argentino conocía muy bien las cubiertas radiales Michelin ya que había participado activamente de su desarrollo en 1977 en Ferrari para utilizarlas con éxito en 1978, temporada en la cual ganó cuatro grandes premios y fue el único oponente que tuvieron los Lotus 79 de Mario Andretti y Ronnie Peterson.

Incluso les hizo sugerencias a los ingenieros de la casa con sede en Clermont-Ferrand para que efectúen modificaciones en las gomas, Reutemann fue un gran piloto pero además fue uno de los mejores testers que tuvo la Fórmula 1 en toda su historia.

El Lole debió pelear el campeonato con un compañero enojado, con un equipo que lo trataba como a un piloto que recién empezaba (en Las Vegas el muletto estaba configurado para Jones y no para él) y contra un rival que corría con un auto ilegal ya que el Brabham BT49C de Nelson Piquet llevaba una suspensión hidroneumática (estaban prohibidas) que hacía bajar por debajo de la altura mínima reglamentaria al auto en carrera mientras que en la vuelta de honor agarraba todos los pianitos para quedar en la altura permitida. Difícil ganar con ese combo…

Carlos ganó en Brasil y Alan Jones quedó furioso por el resto de la temporada…

Un deportista íntegro

Bernie Ecclestone no quería perjudicar a Carlos Reutemann directamente. El dirigente inglés buscaba afianzar su poder dentro de la FOCA para lograr hacer grandes negocios a futuro, no en vano se quedó con los derechos comerciales de la categoría. Un campeonato ganado por Reutemann hubiese sido un gran contratiempo para sus aspiraciones e intereses.

Dicho esto se puede inferir que el Lole fue víctima de varias situaciones que escapaban a su control y en la cual Ecclestone solamente es un actor más tal como lo fueron Frank Williams, Alan Jones y Nelson Piquet. No hay nada que reprocharle a Reutemann en cuanto a la conducción mostrada durante ese año.

Lo realizado en Las Vegas con un auto que no estaba preparado para él (la caja mostraba dificultades en todas las vueltas) nos exime de cualquier comentario al respecto. Si hubiese corrido con su monoplaza (se tocó con Piquet en una práctica y debió usar el muletto) tal vez la historia hubiese sido otra. Eso no importa ya que su legado es mucho más potente que un eventual título.

¿Hace bien Cora Reutemann, su hija, en reclamar el campeonato 1981 para su papá? Generalmente una apelación al TAS no tendría una respuesta favorable tal como la pasó a Guillermo Vilas por las temporadas 1975 y 1976 cuando un error de la ATP lo dejó segundo porque no cargaban con regularidad el ranking. Duele pero hay que admitirlo, poco y nada se puede hacer. Y está muy bien que Cora lleve adelante esta gestión más allá del resultado.

El TAS evita pronunciarse sobre títulos. El reclamo que hizo Boca Juniors en contra de River Plate por la Copa Libertadores 2018 (querían que le quiten el título a River y se lo den a ellos) sienta un precedente muy cercano. Y el otorgamiento de un título para Carlos, el más buscado de su carrera, no tiene el mismo valor si él no está físicamente presente pero sería una gran reivindicación hacia su figura.

A quienes fuimos niños y adolescentes en su época nos enseñó a ser buenos deportistas ya que su mensaje era demasiado poderoso y la Fórmula 1 entraba en la casa de todos los argentinos. Y ese es su mejor legado. Ojalá Cora tenga éxito.

Un deportista ejemplar, siempre supo no agrandarse en las victorias y llevaba hidalgamente las derrotas.

Fotos: gentileza Prensa Fórmula 1 y Williams Racing.

1 thought on “Bernie no es el único culpable de lo sucedido en 1981

  1. La familia argentina pegada a un televisor de antaño para disfrutar y sufrir las carreras del Lole…al igual que Maradona…Monzón…Vilas y tantos otros deportistas que alzaron nuestra bandera en lo mas alto de un si numero de podios. Gracias por tanto.

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