
El actual bicampeón tuvo una actuación descomunal en Miami y ganó el gran premio tras partir desde el noveno lugar en la grilla. Solamente Checo Pérez puede arrebatarle el título ya que el resto (Fernando Alonso incluido) se encuentra muy lejos.
El 2023 será un gran año para Red Bull ya que el abismal dominio ejercido en la temporada 2022 con el RB18 (ganó diecisiete carreras de veintidós grandes premios y dos sprint sobre tres disputadas) sólo será un grato recuerdo a este paso. El dominio que ejercen sobre el resto Max Verstappen y Sergio Pérez no deja duda alguna pese a la sanción recibida por el equipo de Milton Keynes por romper el techo presupuestario en 2021.
Max debía tener una actuación sobresaliente en esta lucha de a dos para que todos se vayan haciendo la idea (Checo incluido) que peleará por el campeonato hasta el final sin medir consecuencias. Con Verstappen el espectáculo está siempre asegurado ya que al piloto neerlandés le encanta conducir rápido y sin tantas estrategias que le recorten su notable velocidad. Por cierto, el nivel mostrado por el actual bicampeón sirve para destacar el gran rendimiento que está teniendo Sergio en este comienzo de año.
Si Azerbaiyán fue una carrera aburrida Miami no se quedó atrás ya que el único espectáculo disponible estuvo a cargo de Verstappen. El piloto neerlandés debió remontar desde la novena posición en la largada y lo hizo brillantemente porque ya en la vuelta 15 superó a Fernando Alonso (el Nano lo esperaba recién a partir del giro 25) como si estuviese parado (el DRS del RB19 es una delicia de la ingeniería ya que le otorga al auto azul un incremento de la velocidad que supera los 40 KPH frente a unos 20-25 KPH del resto) y a partir de allí solamente era cuestión de tiempo para que supere a su compañero de equipo.
Una vez que Max superó a Checo se terminó el gran premio ya que se escapó con facilidad de su coequiper. Miami fue un gran premio que tuvo más espectáculo fuera de la pista que dentro de ella. El show bussines (muy cuestionable por cierto y que hasta fue puesto en entredicho por los pilotos) llegó para quedarse y parece que a la gente le encanta. Si Mónaco tiene su bellísimo puerto con embarcaciones de lujo entonces Miami tiene La Marina con unos cuantos yates desparramados al costado de la curva 8 con unos pocos centímetros de agua (el año pasado la misma estaba pintada) que le dan un aspecto bizarro y hasta surrealista al circuito.

¡A cazar!
Max Verstappen es un depredador de las pistas. En ocasiones él va más rápido que su auto y no hay estrategias que valgan para cuidar los neumáticos. Y aquí está otro de los puntos brillantes de este RB19, las suspensiones diseñadas por Adrian Newey que le evitan a los pilotos de la escudería austríaca mayores dolores de cabeza respecto a la degradación excesiva de las cubiertas. Por ello partió como un rayo para recuperar posiciones a la brevedad apenas se apagaron los semáforos en rojo en la largada y no bajó nunca el ritmo de carrera hasta alcanzar su objetivo.
Remontó de tal modo que en quince giros con neumáticos duros no sólo bajaba el récord de vuelta giro tras giro sino que superó a quien se pusiera por delante. Incluso hizo un doble sobrepaso al aprovechar la velocidad extra de su DRS para dejar parados a Kevin Magnussen y Charles Leclerc. Su estrategia era partir con neumáticos duros para realizar un largo stint mientras jugaba con la posibilidad que entre un auto de seguridad. La lluvia caída en Miami durante la noche del sábado y la mañana del domingo lavó todo el circuito y el asfalto perdió el poco grip que tenía.
Literalmente esas cubiertas blancas volaban porque le permitieron a Verstappen achicar rápidamente la brecha con Checo (había largado con medios y estos no le cayeron nada bien a su RB19) y superarlo sin problemas. Cuando entró en boxes salió a 1.7 segundos por detrás del mexicano y ni bien calentó los neumáticos medios lo superó sin inconvenientes para terminar ganando la carrera por un margen de 5.384 segundos. No olvidemos que max partió desde la quinta fila…

Un campeonato con sólo dos postulantes
El devenir de la temporada 2023 asoma negro para el resto de los equipos y para los fanáticos que buscan acción de manera reiterada y permanente. Ni siquiera Fernando Alonso puede opacar el rendimiento de ambos RB19. El Nano pelea en todos los frentes (¿El AMR23 tendría los mismos resultados con otro piloto? Permitime dudar…) manejando en un nivel superior al que le entrega su monoplaza pero eso no es suficiente para pelear por el título.
La pelea por el campeonato es entre Max y Checo y nadie más. No hay más invitados a esta fiesta. No hay alguien capaz dentro de la Fórmula 1 que se anime a asegurar que el rendimiento del RB19 caerá estrepitosamente y que sus rivales (Ferrari y Mercedes principalmente) podrán alcanzarlos.
Primero se dijo que la sanción afectaría a los autos azules en el primer tercio de la actual temporada y ahora se especula que la brecha se cerrará en la segunda parte del año. Lo cierto es que esta refinada obra maestra de Adrian Newey y su equipo de diseñadores ganó todas las carreras que disputó sin dejar ninguna duda al respecto.
La pelea solamente será con Checo si es que este muestra la consistencia necesaria para disputarle el título. Actualmente Sergio muestra destellos brillantes mezclados con actuaciones que disparan todas las alarmas. Para ganarle a Max deberá regularizar su rendimiento exponencialmente porque con otras carreras como la de Miami será presa fácil de su compañero de equipo. Y Verstappen es un tiburón que depreda todo a su alrededor…

Fotos: gentileza Red Bull Racing.
Cheat Bull y el hijo malcriado del millonario lo hicieron de nuevo, sería bueno verlos competir en igualdad de condiciones con los buenos de verdad