
La Scuderia busca maquillar con una victoria en casa un año que pasó de brillante a desastroso en apenas cuatro carreras. El sol no puede taparse con un dedo…
El plan era claro desde un principio. Ferrari es un equipo demasiado pasional y hará todo lo que esté a su alcance para ganar en Italia. Algo se debe intentar para terminar con la racha nefasta de cuatro carreras que le costaron el campeonato a Charles Leclerc. Esta caída libre de Ferrari no se originó en las últimas carreras sino que viene arrastrando estos altibajos desde Imola en adelante.
Por eso el gran premio en casa es la excusa perfecta para volver al triunfo. Monza es el feudo ferrarista por excelencia (aún más que Imola y Mugello) y ganar allí elevaría hasta la estratósfera la moral de un equipo deprimido que tuvo la gloria al alcance de la mano pero que perdió todo en apenas 42 días.
La Scuderia no gana desde el Gran Premio de Austria cuando el piloto monegasco se impuso con autoridad sobre Max Verstappen. A partir de allí Ferrari entró en un cono de sombras por sus errores en boxes y por sus estrategias mal pensadas y peor ejecutadas.
Nada pudo ser peor. Charles llegó a Francia con una razonable desventaja de 38 puntos, nada irremontable para un equipo que funcione como tal. En ese momento pareció que los fantasmas iban a quedar definitivamente atrás y que la escudería podría luchar por ambos campeonatos.
Desde esa carrera todo fue de mal en peor en la Scuderia. Todo comenzó con el abandono del piloto monegasco por un error de manejo cuando punteaba cómodo que le permitió el triunfo a Max. A partir de allí se desbarrancó moralmente el equipo, entraron en pánico y los errores se acentuaron.
Desde ese momento se sucedieron los grandes premios de Hungría, Bélgica y Países Bajos con tres victorias más para Max Vertsppen. Con estos resultados la ventaja del piloto neerlandés sobre Charles Leclerc se estiró hasta los 109 puntos y prácticamente sentenció la temporada.

Problemas para resolver
Eso significaría una victoria en Monza para el equipo más emblemático del automovilismo mundial. Modificar objetivos no está mal pero hay un abismo de diferencia entre pasar de pelear un campeonato a tratar de ganar la carrera en casa.
Red Bull es una escudería aceitada que sabe como competir al límite. La lucha entre Max Verstappen y Lewis Hamilton en el 2021 le dio el entrenamiento necesario al equipo de Milton Keynes para poder pelear campeonatos sin fisuras.
Esa es la principal desventaja que tuvo Ferrari junto a una estructura que es lenta a la hora de tomar decisiones que requieren urgencias. Solamente basta con mirar como actúan Hannah Schmitz, la Jefa de estrategias de Red Bull y como lo hace Iñaki Rueda, su colega en la Scuderia.
Las fallas que mostró Laurent Mekies como Director de Carrera del equipo italiano tampoco son para pasar por alto. Los mecánicos tuvieron una temporada muy mala en cuanto al rendimiento en los pit stops. Y eso es responsabilidad directa de Mekies. Algo debe cambiar dentro de la estructura de la casa de Maranello. Hace falta un líder que reorganice todo y que muestre un camino claro.
Ganar en Italia con los tifosi invadiendo la pista es una experiencia inolvidable para un piloto de la Scuderia pero en este caso sólo servirá para maquillar el dolor por lo que pudo haber sido y no fue. Volver a los primeros planos es un consuelo menor para los fanáticos de la mítica marca italiana.
Los problemas que tiene que resolver Ferrari son bastantes más profundos que un eventual triunfo en casa. Y estos afectan su futuro ya que de seguir persistiendo les será muy difícil ganar campeonatos en el futuro por más que John Elkann diga que recién en el 2026 estarán listos para pelear por los títulos.

Un equipo que necesita ganar
Ferrari está en una posición expectante si comparan el transcurso de la temporada 2022 con los años anteriores ya que recuperó el protagonismo perdido pero le faltó consistencia en su accionar para llegar a las últimas carreras con opciones quedarse con algún título.
Al equipo solamente le quedan como objetivos la lucha por el subcampeonato de pilotos en la cual están involucrados de manera directa tanto Charles como Carlos y la pelea con Mercedes por el segundo lugar en Constructores. Ganar en Italia acercaría más a la casa de Maranello a las metas propuestas.
Un triunfo en casa es más que necesario para levantar los ánimos y cargar las pilas para encarar los seis grandes premios con los cuales concluirá la temporada pero de ningún modo ello significará que Ferrari salve el año por quedarse con la carrera en Monza. El sol no se puede tapar con un dedo…

Fotos: gentileza Scuderia Ferrari.