El fuego, ese temible rival que tienen los pilotos

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La F1-75 de Carlos Sainz se incendió tras abandonar. El auto quedó en una pendiente que no le permitía bajar y los comisarios de pista actuaron lentamente. El recuerdo de los accidentes de Niki Lauda, Ronnie Peterson y Romain Grosjean.

Las llamas son un enemigo mortal para los pilotos de cualquier categoría. Con el paso de los años, y la experiencia acumulada en relación a esto, la Fórmula 1 aprendió a retardar la aparición del fuego con distintas medidas de seguridad por un lado y con la utilización de materiales ignífugos como el Nomex para que los buzos antiflama y los guantes resistan durante 11 segundos temperaturas de unos 800 grados sin que los pilotos sufran daños y que el calor no pase los 41 grados dentro del buzo.

Para ello fueron determinantes los accidentes sufridos por Niki Lauda en 1976 en Nürburgring y por Ronnie Peterson en 1978 en Monza que le costaría la vida al rapidísimo piloto sueco. A partir de allí la Fórmula 1 mejoró notablemente en materia de seguridad para controlar el fuego y leste tipo de accidente, si bien no desaparecieron por completo, fueron disminuyendo de manera notoria.

El automovilismo sigue siendo un deporte riesgoso por más que nos dé una falsa sensación de seguridad al respecto. Es la causa por la cual ya no se utilizan los repostajes en boxes desde la temporada 2010 aunque aún queda gente que los extraña. Las imágenes de Jos Verstappen en el box de Benetton a bordo de su B194 envuelto en llamas en Alemania 94 nos exime de mayores comentarios.

La situación vivida durante el Gran Premio de Austria con Carlos Sainz fue literalmente desesperante. El fuego volvía a ser protagonista desde que Romain Grosjean volviera a nacer en Baréin. Distintas circunstancias, un elemento común y la misma angustia con apenas veinte meses de diferencia.

El accidente de Niki Lauda en 1976 fue un punto de inflexión para el control del fuego en la Fórmula 1.

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Un momento angustiante

Fueron momentos de mucha tensión los vividos en el Gran Premio de Austria y no solamente por la gran lucha que mantuvieron Charles Leclerc y Max Verstappen por el triunfo sino también por el incidente que tuvo a Carlos Sainz como protagonista en la vuelta 57.

El ritmo de las F1-75 era imposible de contrarrestar por parte de Max Verstappen (de hecho Charles Leclerc lo superó tres veces en pista y Sainz una) y por ello Carlos estaba por darle caza una vez más hasta que la UP de su monoplaza dijo basta en el momento en que estaba intentando superarlo.

Al irse por las escapatorias (Carlos quiso dejar el auto lejos de la pista pensando en no perjudicar a Charles con un Safety Car que le complique la carrera) su auto quedó en una zona desnivelada. Lo que en un principio era humo rápidamente se transformó en fuego y allí se vivió lo peor.

Sainz no pudo frenar su monoplaza y este se iba por la pendiente hacia atrás. El fuego rápidamente se extendía hacia el cockpit con Carlos tratando de salir del auto (ya se había desabrochado el cinturón de seguridad de seis puntos) mientras que los auxiliares de pista se demoraban para entrar en acción. Incluso uno ellos (visiblemente asustado por el cuadro que veía) dejó el matafuegos y retrocedió para buscar un lugar seguro.

El piloto español pudo bajar de su monoplaza luego de unos interminables segundos en los cuales el fuego abarcaba prácticamente toda la superficie superior de la F1-75. Lo hizo con la ayuda de un voluntario que puso un elemento para impedir que el auto se desplace aún más mientras trataba de extinguir el fuego.

Así comenzó el fuego en la F1-75 de Carlos Sainz.

Pudo ser una tragedia

Primero fue el incidente de Guanyu Zhou en Silverstone donde si bien no hubo llamas de por medio resultó un momento muy angustiante y ahora este hecho vivido por Carlos que pudo resultar peor. Con cada accidente la FIA y la Fórmula 1 aprenden. No por nada es que durante veintiséis años (desde lo sucedido con Jos Verstappen en 1994 hasta el accidente de Romain Grosjean en Baréin 2020) no hubo grandes incidentes con fuego.

Ahora la FIA y la Fórmula 1 deberán revisar varios protocolos sobre este incidente. Lo sucedido con Guanyu Zhou dejó varias enseñanzas en otros aspectos de la seguridad mientras que lo sucedido con Sainz deberá servir para revisar el accionar de los comisarios ante este tipo de situaciones. Pudo ser una tragedia pero no lo fue y hoy celebramos que sólo haya sido un susto mayúsculo.

Esto es la célula de supervivencia del Haas VF20 de Romain Grosjean tras el terrible accidente sufrido en Baréin 2021.

Fotos: gentileza Prensa Fórmula 1.

Gonzalo Ferrer

Periodista. En los 90 era el encargado del rugby en LV12 de Tucumán. Cubrí la histórica gira de los Springboks por Argentina en 1993 y seguí al seleccionado de la URT en su era de mayor esplendor. En 2019 decidí incursionar en el periodismo escrito. Dirigí DDMO y actualmente EFECTO SUELO, blog rosarino sobre Fórmula 1.

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