Ferrari complicó la carrera de sus dos pilotos en Turquía. Un pit stop horroroso con Carlos Sainz y una estrategia errada con Charles Leclerc impidieron que la Scuderia se lleve más puntos.
La mítica casa italiana (y símbolo de la italianidad que tanto amamos) vive momentos complejos en su rica historia. Todo fue a causa del motorgate del cual Ferrari recién se está recuperando muy lentamente. La temporada 2022 es una gran oportunidad para barajar y dar de nuevo. Pero antes hay que transitar el 2021. Pero cuando el enemigo está dentro del equipo hay cosas difíciles de sobrellevar…
Carlos Sainz y Charles Leclerc se pusieron el equipo al hombro para tratar de salir a flote de una buena vez. Pero a veces el mismo equipo no los ayuda y entonces todo se complica. Como decimos en Argentina, Carlos y Charles la están remando en dulce de leche…
Todo lo que sucede en Ferrari se amplifica de maneras insospechadas. Gran parte de la afición al automovilismo vive pendiente de la Scuderia. Y en Italia es peor el asunto ya que la popularidad de la casa de Maranello sólo es comparable a la selección italiana de fútbol. En Ferrari nunca hay paz…

Pobre Carlos…
Carlos Sainz llegó al equipo italiano sabiendo que era el piloto número dos de la escudería por detrás de Charles Leclerc pero con trabajo y mucha paciencia lo comenzaron a mirar con otros ojos tanto dentro como fuera del equipo.
El piloto español es una de las grandes sorpresas de la temporada 2021 en la categoría. Carlos fue ganando confianza luego de un comienzo un tanto irregular en Ferrari en el cual se estaba adaptando (y conociendo) a la SF21 y por ello se quedó con tres podios para la casa de Maranello contra uno solo de Charles.
Su segundo puesto en Mónaco y las terceras plazas obtenidas en Hungría y Rusia muestran la adaptación de Carlos a la mítica escuadra italiana. Los puntos que necesita el equipo de los autos rosso corsa en su lucha con McLaren por el tercer lugar del Campeonato de Constructores son de vital importancia. Y perderlos por errores propios duele aún más.
Lo sucedido en los boxes del Istanbul Park no admite indulgencia alguna. El pit stop de Carlos fue normal pero el sistema encargado de autorizar la salida del vehículo nunca recibió la señal de luces correspondiente que debe hacerse en forma manual.
Un error que no debe repetirse ya que el campeonato está apretadísimo entre McLaren y Ferrari y cada punto contará como agua en el desierto…

El turno de Charles
El piloto monegasco venía haciendo una carrera fantástica que lo llevó hasta el primer lugar promediando la competencia y allí se engolosinaron todos. No hay que usar dos compuestos diferentes cuando se corre con lluvia.
En Ferrari creyeron en una utopía: que los neumáticos intermedios con los cuales largaron la carrera podían llegar hasta el final. Nada más lejos de la realidad.
La estrategia pensada por Laurent Mekies y por Iñaki Rueda duró apenas unas diez vueltas cuando el rendimiento de las cubiertas de la SF21 de Charles se desplomó estrepitosamente.
Soñar con la victoria no está nada mal pero los estrategas de Ferrari debieron pensar en la cosecha de puntos con respecto a McLaren para poder acercarse aún más. Ganar en Turquía era una quimera pero jamás se debió rifar puntos de la manera que lo hizo el equipo ese día con el cuarto puesto de Charles y el octavo de Carlos.

¿Y el futuro?
Al campeonato le quedan apenas seis carreras para su finalización y la ventaja del equipo de Woking sobre la casa de Maranello en el Campeonato de Constructores es de nada más que siete puntos y medio. Nada o todo, según como se mire.
La Scuderia deberá maximizar los recursos para terminar por delante de los auto color naranja en estas seis competencias restantes. La gente y la historia del equipo más grandioso del automovilismo mundial así lo demandan. Y así deberán pensar y actuar sus líderes. Por San Enzo.

Fotos: gentileza Scuderia Ferrari.