¡Lewis está más vivo que nunca!

Lewis Hamilton se llevó el Gran Premio de Brasil tras protagonizar una remontada inolvidable. El campeonato está muy parejo. Mercedes decidió cocinar todos sus motores.

El heptacampeón del mundo se jugaba su última chance de pelear en serio por el campeonato porque si al final del día era Max Verstappen quien terminaba por delante la distancia entre ambos se iba a tornar muy difícil de achicar para el oriundo de Stevenage. Lewis debía terminar por delante casi a cualquier precio porque sino se comenzaba a esfumar el sueño del octavo campeonato.

Y Mercedes decidió actuar en consecuencia. El plan del equipo dirigido por Toto Wolff es clarísimo: utilizar todos los motores térmicos que hagan falta para pelear de igual a igual contra el RB16B de Max. No les importa penalizar en absoluto.

El motor fresco del W12 es poderoso. Y Red Bull tendrá que intentar una jugada similar con Verstappen para recuperar rendimiento. La victoria de Lewis en Brasil abre un nuevo escenario un tanto insospechado hace unos días atrás.

Lewis tuvo que trabajar un poco para poder superar a Checo Pérez.

El plan de Mercedes

Toto Wolff y el equipo Mercedes creían tener resuelta a su favor la temporada 2021 a esta altura del campeonato. Jamás imaginaron que Max y Red Bull les hagan tanta oposición. Nunca. Ello los obligó a buscar nuevas estrategias.

Encorsetados por el límite presupuestario por un lado y por el desarrollo del nuevo monoplaza para la temporada 2022 por el otro que no les permiten soluciones de desarrollo para el W12 en Brackley debieron apelar a la imaginación y a las estrategias. La Fórmula 1 actual es un juego de ajedrez a 300 KPH.

Así decidieron que lo mejor era cambiar los motores térmicos. El ICE que usó Lewis en México tenía problemas que no pudieron resolver con una fuga hidráulica y por ello no quisieron correr riesgos.

Los ingenieros tuvieron en cuenta la altura de São Paulo (780 MSNM) y decidieron cortar por lo sano. Cambio de ICE y a otra cosa. El plan funcionó de maravillas porque Lewis estuvo en llamas durante el fin de semana paulista. Dominó de viernes a domingo. Fue sancionado y debió remarla en dulce de leche para poder avanzar. ¡Y cómo lo hizo!

Así pelearon Lewis y Max durante todo el año y así lo seguirán haciendo en las tres carreras que quedan.

Escuchá nuestro podcast sobre el GP de Brasil

Lewis le muestra la bandera brasileña al público presente. El inglés fue local en Interlagos.

Un manejo soberbio

El viernes dominó los Entrenamientos Libres 1, y toda la clasificación ya que fueron suyas las Q1, Q2 y Q3. Luego vino la descalificación por la apertura del DRS y debió largar la carrera sprint desde el fondo de la parrilla. Desde allí remontó quince lugares en apenas 24 giros. Y faltaba aún lo mejor…

El W12 y el RB16B son autos muy parejos pero el Mercedes le saca ventaja al montar un nuevo ICE. En Mercedes prefieren penalizar para poder pelear el campeonato en esta instancia. No les importa cocinar los motores térmicos. Se cambian y ya. Entonces lo configuran para que trabaje al máximo posible y para que Lewis lo lleve como a él le gusta: al límite.

Así remontó desde el décimo lugar hasta la punta. Los dos únicos oponentes que realmente lo pusieron en aprietos fueron Checo Pérez y Max. Y con ambos zanjó los pleitos a su favor. Los Red Bull no podían seguirle el ritmo. La prueba de ello es que cuando supera a Max en la vuelta 59 le sacó diez segundos de diferencia hasta el final de la competencia pactada a 71 giros. Sencillamente bestial.

El campeonato aún no terminó y Lewis avisó que dará pelea hasta el final. El heptacampeón volvió en su mejor versión que lo ayudará a recuperar la confianza. Golpeó cuando debía golpear y lo hizo de manera contundente y precisa. Nada está perdido, todo esta por verse. La Fórmula 1 y su legión de seguidores, agradecidos.

El abrazo con Valtteri una vez que terminó la carrera.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1.

Dejá un comentario