
La victoria de Charles Leclerc en Austria y el abandono de Carlos Sainz son las dos caras de la misma moneda. Las palabras de Mattia Binotto quedaron rápidamente sin efecto y ahora todo el equipo deberá apoyar al piloto monegasco en su lucha con Max Verstappen.
Charles Leclerc necesitaba una victoria como la que obtuvo en Austria, contundente desde el rendimiento pero a una distancia escasa de Max Verstappen en la última vuelta ya que el acelerador estuvo a punto de jugarle una mala pasada y por ello debió cuidarse en ese giro final levantando el ritmo de su F1-75. Había que terminar con esa racha nefasta de siete carreras sin triunfos de una buena vez…
El sorprendente ritmo de ambas Ferrari en dominios de Red Bull que asombró a propios y extraños se vio trastocado tras el abandono de Carlos Sainz con fuego incluido (y un gran susto por parte de todos) en lo que iba a ser un 1-2 de la casa de Maranello sin discusiones pero la UP italiana mostró su debilidad una vez más y el piloto español se quedó sin premio.
Carlos venía con el ánimo en alza luego de su triunfo en Silverstone y quería demostrar que estaba a la altura de Charles para poder pelear el campeonato. Incluso hubo órdenes de equipo para que puedan pelear en la carrera sprint del sábado y el resultado fue 2-3 por detrás de Max pero con un momento de angustia cuando Sainz atacó a Leclerc y este se defendió estando ambos a unos centímetros de tocarse. También Mattia Binotto azuzó esta pelea interna diciendo que recién en Bélgica habrá órdenes de equipo para apoyar al candidato al título.
El resultado de Austria le convino a Leclerc en términos de apoyo dentro del equipo. El abandono de Carlos sirvió para que el piloto monegasco estire la ventaja en el campeonato sobre su compañero de equipo hasta los 37 puntos. Nada irremontable por cierto pero de la manera en que se está desarrollando el campeonato Ferrari deberá tomar una decisión más temprano que tarde…

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Todos detrás de Charles
Esa es la tarea que Carlos Sainz y Ferrari deberán afrontar más temprano que tarde. Mattia Binotto sabe que más allá de sus dichos en la previa de Austria deberán apoyar a Charles desde el próximo Gran Premio de Francia en Paul Ricard porque Bélgica queda muy lejos en el calendario y la idea es que Leclerc siga recortando puntos a Max.
Hablar de favoritismos en el circuito ubicado en Le Castellet o en el Hungaroring es temerario a esta altura de los acontecimientos y más con los dos cachetazos que acaba de aplicarle la Scuderia al equipo de Milton Keynes en Silverstone y en el Red Bull Ring. Es evidente que la F1-75 se adaptó mejor en los dos últimos grandes premios que el RB18 pero será difícil de repetir en las próximas dos carreras dichos triunfos.
Lo importante para que haya lucha por el campeonato es que Charles siga recortándole puntos a Max. Eso siempre y cuando sus dos grandes enemigos no le hagan una jugarreta inesperada: confiabilidad y estrategia son el talón de Aquiles que tienen los monoplazas rosso corsa..

El talón de Aquiles de la F1-75
La razón del abandono de Sainz en Austria es muy similar a la situación vivida por Leclerc en España. La UP dijo basta justo en el momento que Carlos estaba por pasar nuevamente a Max Verstappen y ahora tratarán de salvar algunos componentes de la misma.
Mattia Binotto no está preocupado por este asunto de cara al futuro ya que estima que para el estreno de la nueva unidad de potencia luego de las vacaciones de verano europeas (lo harán en Bélgica o Italia) estará completamente solucionado aunque ahora sea un dolor de cabeza para la Gestione Sportiva.
El tema estrategias está complicando a Charles de manera alarmante. Iñaki Rueda tiene demasiados claroscuros en su gestión y por ello condenó al monegasco en los grandes premios de Mónaco y Gran Bretaña.
El enojo y la rabia de Leclerc luego de Silverstone fueron más que elocuentes al punto que Mattia Binotto debió desplazarse hasta el principado para charlar tranquilo con su piloto y darle su apoyo.
Estas carreras eran vitales para tratar de acortar la brecha que Max tiene sobre Leclerc. Iñaki Rueda sí estuvo muy rápido en Austria e hizo entrar al auto número 16 sin pensarlo demasiado cuando apareció el cartel de Virtual Safety Car.
Ahora quedan dos grandes premios (Francia y Hungría) en los cuales Leclerc tiene el deber de recortarle puntos a Verstappen si es que pretende luchar por el título. Ferrari tiene todo para poder ganar un campeonato. La única duda es saber si en Maranello sienten que están preparados para ello.

Fotos: gentileza Scuderia Ferrari.