¡De pie, volvió Ferrari!

Il Cavallino Rampante hizo el 1-2 en el Gran Premio de Baréin. Es el mejor inicio de campeonato para los italianos desde el 2010. Un chasis muy bien trabajado y una potente unidad de potencia fueron las claves para renacer de las cenizas con el triunfo de Charles Leclerc. Carlos Sainz terminó segundo y Lewis Hamilton tercero.

La última vez que Ferrari había conseguido un 1-2 en la apertura de la temporada fue en Australia 2010 con Fernando Alonso y Felipe Massa. Y la última victoria fue de Sebastian Vettel en Singapur 2019, una eternidad de tiempo. La Scuderia necesitaba un resultado así para volver a creer en sí misma.

Y vaya si Charles Leclerc y Ferrari lo lograron con autoridad. La mayor duda era saber si la F1-75 podía tener sostener el ritmo de carrera. Lo hizo con creces ya que Max Verstappen con su irregular Reb Bull RB18 nunca fue rival para Charles Leclerc.

Los únicos momentos en los cuales pudo acercarse a Charles fue luego de las dos primeras paradas en boxes del monegasco. En pista la F1-75 siempre impuso condiciones y Max poco y nada podía hacer ante el ritmo de carrera mostrado por el auto rosso corsa.

Casi le sale a Max el undercut que intentó su equipo luego de la primera entrada en pits del auto número 16 ya que Leclerc perdió los casi cuatro segundos de ventaja que le llevaba al actual campeón y en esas dos vueltas frenéticas se pasaron mutuamente un par de veces hasta que Charles recuperó el primer puesto y el RB18 nunca más pudo hacerle peligrar su condición de puntero. Antes y después de este hecho la F1-75 se impuso con autoridad sobre el resto.

Esta victoria era más que necesaria para el equipo italiano ya que era su carta de presentación para el campeonato 2022 en el cual buscan ser grandes protagonistas. Puertas adentro este resultado sirve para levantar la moral luego de las complicadas temporadas 2020 y 2021 mientras que hacia afuera es un fuerte aviso para Red Bull y Mercedes respecto a que no estarán solos en la lucha por el campeonato. Por ello este 1-2 tiene un doble valor y puede llegar a ser decisivo para el rumbo que tome la Casa de Maranello en este 2022 que asoma prometedor.

Mattia Binotto abraza a Charles Leclerc luego del triunfo del monegasco.

Un ritmo demoledor

Charles Leclerc amplió su ventaja sobre Max Verstappen durante toda la carrera pese a algún que otro acercamiento circunstancial del piloto neerlandés que nunca pusieron el triunfo del monegasco en duda. El ritmo de carrera exhibido por la F1-75 fue demoledor para sus rivales. Max solamente pudo tener otra chance de superar al número 16 gracias al Safety Car pero esta era más imaginaria que real porque el RB18 estaba herido de muerte.

La confiabilidad es otro ítem para destacar del auto de Maranello. Mattia Binotto (¿se viene la bandera que rece “Perdón Binotto”?) y su equipo lo comunicaron muy mal en su momento pero estaban haciendo un trabajo fantástico. Más horas que sus rivales en el túnel de viento y una unidad de potencia hecha a nueva con algunas soluciones extremas según Enrico Gualtieri fueron demasiado para los Red Bull. A Mercedes ni siquiera lo nombro porque jamás fue rival para ninguna de las F1-75.

Durante los tests de pretemporada hubo muchos indicios para creer que Ferrari podía volver a los primeros planos. Estas sensaciones se acentuaron en los entrenamientos libres pese a no terminar primeros en ninguno de ellos y durante la clasificación de este gran premio. Y eso que Charles tuvo mucho mejor ritmo de carrera que Carlos Sainz. Esa percepción se fue acentuando durante todo el fin de semana ya que la fortaleza de la F1-75 jamás estuvo en duda. El futuro inmediato suena prometedor…

La F1-75 impuso un ritmo demoledor desde la largada misma.

Escuchá nuestro podcast sobre el Gran Premio de Baréin

Charles Leclerc también se quedó con el récord de vuelta,1:34.570.

A no dormirse

Ferrari arrancó con ventaja pero no puede permitirse quedarse en eso. En 2012, 2017 y 2018 perdieron los campeonatos por no actualizar el auto convenientemente para la segunda mitad de temporada. Esa lección tiene que haber sido aprendida por Mattia Binotto y compañía. Mercedes y Red Bull no van a quedarse quietos pese a estar uno o dos pasos por detrás de Il Cavallino Rampante.

El futuro asoma esperanzador pero no la Scuderia no debe dormirse en los laureles. Tiene un gran chasis, un motor bestial que es el mejor en este inicio de campeonato ya que tiene potencia y confiabilidad y una pareja de pilotos fortísima con estilos totalmente contrapuestos. Tienen todo para ganar, es sólo cuestión de saber jugar sus cartas convenientemente pero mientras tanto todos tienen derecho a festejar. Claro que sí.

Carlos Sainz no tuvo el mismo ritmo de carrera que Charles Leclerc pero aún así le alcanzó para ser segundo.

Fotos; gentileza Scuderia Ferrari.

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