
El austríaco Andreas Nikolaus Lauda fue tres veces campeón del mundo y además sobrevivió a un terrible accidente en Nürburgring en 1976 que lo marcó por el resto de su vida. Un ejemplo de resiliencia y voluntad.
Niki Lauda fue un piloto inolvidable, de aquellos que marcaron a fuego a una generación que creció viendo Fórmula 1 en los 70 y en los 80. Era dueño de un temple y una sangre fría envidiables. Y muy sagaz a la hora de correr. El austríaco no solamente fue un piloto extraordinario sino que además fue un ejemplo de vida para mucha gente. Su accidente en Alemania 1976 marcó su vida para siempre. Y lo mismo pasó con esa generación.
Se ganó el apodo de The Computer por su eficacia para manejar. Jamás hizo una maniobra innecesaria ya que economizaba movimientos de una manera envidiable. Si bien era un piloto muy rápido su estilo era usando la astucia que poseía para dar caza a sus rivales. Era un depredador elegante que sabía elegir los momentos exactos para atrapar a sus presas.
Niki Lauda obtuvo tres títulos mundiales en 1975, 1977 y 1984 de manera brillante. Pudo sumar un cuarto campeonato pero James Hunt fue el dueño de la temporada 1976 por apenas un punto de diferencia. Niki fue un gran campeón que siempre estuvo ligado a la Fórmula 1 de un modo u otro. Primero como piloto, luego consejero de Ferrari y por último como presidente no ejecutivo de Mercedes.

El día que su vida cambió para siempre
Domingo 1 de agosto de 1976. Niki Lauda pierde el control de su Ferrari 312 T2 en la curva de Berwek del viejo trazado de Nürburgring y choca contra un muro, el auto vuelve a la pista y es chocado por otro competidor que lo manda hacia el guard-rail ubicado al otro lado de la pista. En el medio hay pedazos de autos y fuego, mucho fuego sobre el monoplaza del austríaco.
De repente aparecen otros pilotos que arriesgan su pellejo para salvarle la vida. Ellos son Arturo Merzario, Guy Edwards, Brett Lunger y Harald Ertl. Pasa más de un minuto hasta que pueden desabrocharle el cinturón y sacarlo del auto en llamas. Niki se debatió entre la vida y la muerte durante unas cuantas jornadas y llegó a recibir la extremaunción en algún momento de su internación.
Quemaduras de primer y tercer grado en la cabeza, manos y rostro más la inhalación de los gases de combustión le auguraban poquísimas posibilidades de sobrevivir al austríaco. Hasta Enzo Ferrari había contratado a Carlos Reutemann para que lo reemplace ya que las chances de sobrevivir del campeón del mundo eran casi nulas.
Nadie contaba con la determinación y la voluntad de Lauda. Sólo cuarenta días después regresaba a las pistas en Monza. Perdió el campeonato de ese año por un punto de diferencia con James Hunt pero tuvo revancha con el título de 1977 y más tarde con el conseguido en 1984 por medio punto de diferencia sobre Alain Prost. Esta fue la última vez que la Fórmula 1 utilizó el circuito largo de Nürburgring, el Nordschleife o Infierno Verde tal como lo bautizara Jackie Stewart.

Seguir a adelante a pesar de todo
En su trayectoria en la Fórmula 1 obtuvo 25 victorias y 54 podios. Manejó para March, BRM, Ferrari, Brabham y McLaren. Ganó tres títulos, le devolvió la gloria al equipo de don Enzo (terminaron peleadísimos a fines de 1977) ya que los italianos no ganaban un campeonato desde que John Surtees lo hiciera en 1964. Las Ferrari 312 T, T2 y T2B estuvieron a la altura para que el eximio piloto austríaco las exprima y conquiste dos campeonatos y un segundo puesto entre 1975 y 1977.
Su mayor legado fue convertir en un hecho positivo una situación límite. Lucha, tenacidad y determinación fueron sus grandes atributos para no claudicar. Lauda solamente fue un hombre que supo superar las adversidades que le impuso la vida y que además de ello resultó ser un piloto extraordinario. Danke Niki!

Fotos: gentileza Prensa Fórmula 1 y Scuderia Ferrari.
Es difícil hablar Niki lauda sin dejar de ponerse una camiseta localista no pero buena de eso fue un extraordinario volante que apenas en los últimos años Tuvo algunos dichos errores difíciles de evadir y que lo marcaron Cómo alguien al ratico y equivocado pero más allá de eso el recuerdo de un hombre absolutamente extraordinario y contundente a la hora de mostrar los números que lo marcaron en su carrera que en paz descanse