Y recién van por los Libres 2 de Austin…

Max Vertappen y Lewis Hamilton casi se tocan en la recta principal de Austin durante los Entrenamientos Libres 2. Faltan seis carreras y los episodios de Copse y de la Variante del Rettifilo se pueden volver a repetir. Son dos pilotos que no están dispuestos a aflojar un centímetro.

Se están jugando el campeonato y la gloria. Quien sea campeón pasará a la historia grande: Max por conseguir su primer y ansiado campeonato y vencer a Lewis Hamilton. Y éste por conseguir su octavo título que lo pondrá en soledad en cuanto a la marca de campeonatos conseguidos. Serán seis carreras en las cuales no cederán ni un milímetro en su intento por coronarse. Hay demasiadas cosas en juego…

No se darán ningún tipo de ventaja dentro de la pista (y fuera de ella) y lo sucedido en la recta principal del Circuito de las Américas nos da la prueba de ello. Seis puntos a favor de Max los separan en el campeonato. Ya tuvieron varios encontronazos en las pistas donde los antecedentes más graves, por sus consecuencias, sucedieron en los Grandes Premios de Gran Bretaña e Italia.

Todo era cordialidad hasta no hace mucho tiempo.

Algunos antecedentes

Durante la temporada 2021 se encontraron dentro de la pista en varias ocasiones. Y hubo adelantamientos de uno a otro sin mayores problemas más allá que disputaron la posición al límite. Los sobrepasos de Lewis en Portugal y de Max en Francia son dos claros ejemplos de ello. Pero todo comenzó a cambiar a partir de Silverstone (que fiesta se hará Netflix con esto…) cuando Lewis mandó contra el muro de contención de Copse a Max a 290 KPH.

La fuerza del golpe recibido por el piloto neerlandés fue de 51 G y lo mandó al hospital por su brutalidad. A partir de allí si bien siguieron siendo cordiales fuera de la pista algo se enrareció dentro de ella. La siguiente escena de descontrol sucedió en Monza cuando Lewis salió de boxes apuradísimo para que Max no le gane la posición y terminaron con un toque espectacular en la curva 2 de la Variante del Rettifilo y con la rueda trasera del RB16B rozando el casco de Lewis. Y obvio que se iban a volver a encontrar nuevamente.

Curva 2 de la Variante del Rettifilo. Los dos afuera.

Faltan seis carreras…

Lewis está acostumbrado a manejar estas situaciones de presión pero pareciera que este año está un tanto más nervioso. Algunos errores de manejo (cuando se fue a la cama de leca en Imola entre ellos) y estos roces con Max son las muestras que tenemos a mano para sostener este pensamiento.

Max es el challenger y por ello no tiene nada que perder ya que seguramente podrá pelear más campeonatos en el futuro. Sus mayores debilidades son el consentimiento que Red Bull le da siempre a sus caprichos y que sea tan enojón. Alterarse por todo no lo ayuda en su lucha. Y Lewis es muy inteligente para hacer esos jueguitos mentales que sacan de quicio al rival de turno. Incluso Nico Rosberg cayó en ellos y tras ganar el campeonato del 2016 optó por retirarse de la categoría.

Quedan seis carreras en las que puede pasar de todo, hasta lo menos imaginado. Y el campeonato no sólo se definirá por la potencia de los motores o la efiencia aerodinámica de los autos. No, el campeonato se va a definir por pequeños detalles y nadie puede asegurar que Lewis y Max quizás no terminen definiendo esta contienda en alguna curva y no con la bandera a cuadros…

Así quedó el auto de Max tras el golpazo en Copse.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1 y Red Bull Racing Honda.

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