La ambiciosa idea de John Elkann para liderar el camino a la gloria de la Scuderia está sujeta en gran medida del éxito que tenga el auto de la temporada 2022, un proyecto íntegramente de Mattia Binotto. Los tifosi ya no tienen paciencia.
Se viven tiempos difíciles en Maranello cargados de mucha ansiedad. La Gestione Sportiva a cargo de Mattia Binotto tiene demasiada presión sobre sus hombros a falta de campeonatos ya que la sequía viene desde las temporadas 2007 y 2008, últimos campeonatos de pilotos con Kimi Raikkonen y de constructores respectivamente.
Para los italianos el amor desmedido por Ferrari sólo es comparable a la devoción que sienten por la Azurra (¿Clasificarán al mundial? Dos mundiales seguidos sin Italia son una rareza) y por ello siempre exigen resultados inmediatos. La palabra proceso no existe en su vocabulario y por ello la ansiedad siempre les gana.
Cuando Ferrari volvió a la senda del triunfo de la mano de Schummy y de Jean Todt fue porque había dejado de actuar como un equipo italiano y lo hacía como una escudería inglesa. Y hace unos cuantos años volvió la italianidad a apoderarse de Maranello.
La misma se fagocitó a dos campeones mundiales de la talla de Fernando Alonso y de Sebastian Vettel sin olvidar mencionar el destrato hacia Kimi Raikkonen en su segunda etapa en Il Cavallino Rampante. Todo escenario es complejo planteado de esa manera…

Un momento delicado…
Esta es la segunda peor racha sin títulos para la casa de Maranello solamente por detrás de la comprendida entre 1979 y 2000 cuando Michael Schumacher terminó con veintiún años de sinsabores. John Elkann quiere evitar a toda costa llegar a esa marca tan nefasta para el equipo.
Para ello depende en gran medida del éxito que pueda llegar a tener el plan de Mattia Binotto. Todas las reestructuraciones que se hicieron dentro del equipo de Maranello desde el 2019 en adelante fueron pensando en el auto del 2022 con un nuevo reglamento. Este proyecto es todo de Mattia Binotto, por ello será el gran responsable si el mismo fracasa. Y este eventual fracaso arrastraría las aspiraciones de Elkann de transformarse en el mesías de la Scuderia.
Es paradójico que el éxito inmediato de la idea de Elkann dependa del eventual triunfo de las ideas de Mattia Binotto cuando ambos vienen de discutir muy fuertemente sobre la posibilidad que Jean Todt sea consultor de Ferrari.
Por ahora Elkann ganó esa discusión ya que el ex presidente de la FIA no regresará a Maranello pero si el proyecto del 2022 llega a fracasar tendrá que dar marcha atrás y convocar a alguien con los conocimientos y el carisma necesarios para revertir de una buena vez con este periodo oscuro para el equipo.

… Que no admite más fracasos
Si el plan de Mattia Binotto para la temporada 2022 llega a zozobrar entonces John Elkann estará en problemas para seguir liderando el proyecto de la Gestione Sportiva e indefectiblemente deberá convocar a una figura de gran peso que haya pasado por Maranello y que entienda bien como se juega a la política en la Scuderia.
Sí, porque todo es política en el equipo italiano tal como lo afirmara Cesare Fiorio hace más de treinta años atrás cuando se produjo el ridículo despido de Alain Prost. Hay tradiciones que nunca cambian…
Un eventual fracaso durante las primeras carreras del 2022 traerá forzosamente un reacomodamiento dentro de la estructura del equipo. Ya no estará Mattia Binotto al frente del mismo (¿su futuro será encargarse nuevamente de los motores de la Scuderia?) y habrá que ver que sucede con el francés Laurent Mekies como Director de Carreras.
Todo esto significaría un gran contratiempo para John Elkann debido al congelamiento de motores que entrará en vigencia próximamente ya que el equipo no podrá hacer nada hasta la temporada 2026. Cuatro años más sin títulos sería catastrófico para el equipo de competición más emblemático del deporte automotor de todos los tiempos. Y para Elkann sería su fin como presidente de Ferrari. Aunque vos no lo creas, el volante (o la pelota) lo tiene Binotto y de eso depende el futuro de Elkann.
Fotos: gentileza Scuderia Ferrari.