
Fue el único auto de F1 con tres ejes y seis ruedas que pudo participar de manera oficial en la Fórmula 1. La falta de desarrollo de los neumáticos de 10 pulgadas lo condenaron pero ganó una carrera y quedó en el corazón de todos.
Un rápido paneo por la década del 70 nos trae a la memoria a varios autos de aquella Fórmula 1 tan hermosa como peligrosa. Los Lotus 79 y 72, el McLaren M23, los Ligier JS5, JS7 y JS 11, los Brabham BT 44 y 45 y las Ferrari 312 T, 312 T2 y T2B se roban todas las miradas pero ninguno fue tan rupturista como este Tyrrell P34 y sus seis ruedas.
Basta mirar una imagen de este monoplaza para darse cuenta que es un auto de Fórmula 1 aunque no se sepa ni el nombre ni el modelo del mismo. El Tyrrell P34 es un ícono de La Máxima ya que es el único coche con seis ruedas en la historia de la categoría que pudo competir de manera oficial. Un logro único.
Participó en las temporadas 1976 y 1977 con su evolución, el P34B. Lo hizo de manera relativamente exitosa en la década más emblemática de todas las que tuvo la categoría, los peligrosos y dorados años 70. Consiguió su único triunfo de la mano del sudafricano Jody Scheckter en Suecia 1976 mientras que Depailler terminó segundo. El futuro asomaba prometedor…
El reglamento técnico de aquellos años era muchísimo menos restrictivo que en la actualidad y por eso los autos eran tan distintos entre sí y fácilmente reconocibles. Los diseñadores podían llevar a cabo cualquier iniciativa que tuvieran para tratar de sacarle ventaja al resto. Claro que el estudio preliminar de las mismas deberían mostrar que eran realmente viables.
Allí se destacó (y llamó la atención de forma notoria) este Tyrrell P34, la genial obra de Dereck Gardner. Logró distinguirse en esa Fórmula 1 que no tiene nada que ver con la actual, lo cual era extremadamente complicado. Y este monoplaza lo logró.
El Tyrrell P34 no fue un auto ganador pero sí fue un auto rupturista al que muchos equipos como Ferrari y Williams quisieron imitar pero todo quedó en la nada cuando se prohibió la tracción a las cuatro ruedas y el uso de más de dos ejes. Aún así consiguió trascender las fronteras de la categoría para instalarse en la cultura popular.

Una loca idea salió a la luz
Ken Tyrrell le dio luz verde a Dereck Gardner para que avance con el diseño de este auto. Todo se hizo en el más absoluto de los secretos. La idea del genial diseñador era hacer un monoplaza más estable y que este tenga una menor resistencia al avance mediante la inédita utilización de llantas de 10 pulgadas adelante.
¿Cómo era esto? Las grandes ruedas de 13 pulgadas que utilizaba la Fórmula 1 generaban gran resistencia al avance ya sea por su tamaño como por las dimensiones de la zona frontal. Gardner redujo todo eso y además creó una sofisticada dirección que hacía que ambos ejes delanteros giren en la misma dirección al mismo tiempo. También dotó al P34 de una compleja suspensión que lograba mantener las cuatro ruedas delanteras permanentemente pegadas al piso .
La utilización de neumáticos de menor tamaño tenía una contrapartida ya que el área de contacto entre el caucho y el asfalto era menor que con el uso de cubiertas convencionales. La única manera de mejorar la adherencia era aumentando la cantidad de neumáticos. Por ello agregó un eje adicional en la parte delantera del auto.
Ken Tyrrell mandó a fabricar un prototipo para saber si la idea funcionaba. En aquellos locos años 70 no existían ni el diseño por computadora, ni los simuladores ni el límite presupuestario ni nada de esas cosas tan características de la actualidad. La libertad de diseño era una de las grandes particularidades de esa Fórmula 1.
En esos años todo era a prueba y error. A lo sumo algunos equipos como Lotus utilizaban tímidamente el túnel de viento. La década del 70 fue una sucesión de luchas entre los equipos motorizados por Cosworth y Ferrari. Y nadie lloraba demasiado porque las cosas eran así…
Su estreno se produjo en el Gran Premio de España 1976 y durante el GP de Suecia de ese año (la cuarta carrera que disputaba) dejó a todos boquiabiertos al quedarse con el 1-2 protagonizado por Jody Scheckter y Patrik Depailler.

Los inconvenientes que condenaron al auto
El monoplaza tuvo algunos problemas que no pudieron ser solucionados nunca y que terminaron sellando la suerte del auto luego de la temporada 1977.
La degradación excesiva de las cubiertas delanteras era uno de ellos. Esto sucedía porque los neumáticos más pequeños rodaban más rápidamente que las ruedas traseras y esa diferencia de velocidad se traducía en un mayor desgaste de las cubiertas.
Goodyear era el proveedor de las cubiertas del equipo Tyrrell en 1976 (Michelin entró en 1977 como socio del equipo Renault) y los norteamericanos no demostraron gran interés en desarrollar unos neumáticos de diez pulgadas que sólo serían a utilizados por un equipo. El proyecto P34 pudo haber seguido adelante de haber tenido un fabricante de cubiertas exclusivo para la escudería de Ken Tyrrell.
El tercer problema era la poca eficacia de los frenos delanteros a causa de la ausencia de una ventilación adecuada en las ruedas delanteras debido al escaso tamaño de las mismas. Recordemos que los frenos de los autos de Fórmula 1 recalientan con facilidad y por ello hace falta una buena ventilación para mantener las temperaturas óptimas. Este inconveniente jamás pudo ser resuelto de manera satisfactoria.

Un auto único e irrepetible
El P34 abrió un nuevo mundo de posibilidades. Ferrari, Williams y March probaron monoplazas de seis ruedas que fueron rápidamente descartados. Más tarde se prohibieron los autos con más de dos ejes y ese fue el final de ese tipo de autos. Fue tan rupturista e innovador que su fama traspasó la Fórmula 1.
Dereck Gardner es uno de los mayores diseñadores que tuvo la Fórmula 1 y de su cabeza salió esta peculiar idea que pudo cristalizarse por el apoyo que recibió de Ken Tyrrell. Este auto es simplemente inolvidable para quienes crecimos viendo Fórmula 1 en los años 70. Y vaya si se merecía esta nota.

Fotos: gentileza Prensa Fórmula 1.
Aquí en México vino un Lotus patracinado de Jhon player special, el año no recuerdo pero me parece que fue en el 86
UNA REVISTA PRESTIGIOSA DE ESA EPOCA, SACÓ UN ARTÍCULO CON FOTOGRAFÍAS DE ESTOS AUTOS. FERRARI TENIA DOS EJES, EN EL TRASERO TENIA 2 GOMAS JUNTAS (COMO LA FORD 350)
Sí, tal cual. El eje trasero de la T6 (la probaron una sola vez el Lole y Lauda y la idea quedó descartada rápidamente) usaba cuatro cubiertas delanteras de forma dual como tan bien lo describís.