
El regreso de James Allison a la dirección técnica de Mercedes implica un cambio en la filosofía de sus monoplazas ya que buscarán crear un auto ganador abandonando totalmente el concepto zero sidepods de los últimos dos años. Las mejoras no sólo afectan a los pontones y se estrenan en las calles del Principado.
Un viejo dicho en el mundo del deporte afirma que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Y algo de eso le está pasando a Mercedes ya que desde la consagración de Max Verstappen en el controvertido final de Abu Dabi 2021 el equipo alemán perdió totalmente el rumbo con el diseño de sus siguientes autos (el W13 y el W14) y ahora buscarán volver sobre sus pasos con el enroque producido entre James Allison y Mike Elliott dentro de la estructura de la escudería.
El W14 tal como se lo conoce ya tiene su certificado de defunción firmado y en los próximos grandes premios se verá como irá cambiando su silueta para parecer un auto más convencional. Todo comenzará en Mónaco con un monoplaza que tendrá pontones más tradicionales y acercándose al concepto de Aston Martin. Claro que no serán las únicas modificaciones que tendrán los autos negros ya que el mismo está siendo sometido a una revisión más profunda por parte de James Allison y compañía.
Este cambio de lugares entre los directores de tecnología y técnico de Mercedes se produjo para que el equipo pueda salir rápidamente de la trampa que significó la filosofía zero sidepods en los W13 y W14 que Mike Elliott defendió a ultranza pero que resultó ser un fracaso. Habrá que esperar unos meses para saber si al bueno de Mike lo corrieron de la escena elegantemente con su nuevo puesto o si esto es el preludio de su despido…

¿Qué busca Mercedes con esto?
La respuesta más obvia a esta pregunta es que el equipo de Brackley busca tener un auto ganador lo más rápido posible. Y como rápido entiéndase que los frutos se podrán comenzar a ver desde la temporada 2024. Estas modificaciones que presenta el W14 apuntan a dos planos: por un lado el campeonato 2023 donde buscarán mejorar su performance y por el otro sentar las bases del futuro W15. Para ello debían comenzar modificando al monoplaza actual. Eso es más importante que conseguir un eventual resultado ya que Mercedes tiene casi un año y medio de retraso en el desarrollo de su auto producto del camino escogido.
Es muy difícil corregir errores de diseños en los autos cuando el límite presupuestario pende como una espada de Damocles sobre las cabezas de todo los equipos. Esta normativa debe ser revisada y retocada rápidamente porque le quita todo afán de competencia a la Fórmula 1 e iguala a todas las escuderías hacia abajo. Un error de diseño lleva dos o tres años corregirlo, eso no tiene nada que ver con la categoría reina del automovilismo mundial. Y Mercedes no tiene ese tiempo…
Ese condicionamiento llevó a Toto Wolff y a sus ingenieros a cambiar bruscamente la dirección de desarrollo del auto. El gran objetivo no es ganar carreras a corto plazo sino sentar las bases para un futuro exitoso en las temporadas 2024 o 2025. El retraso de la escudería angloalemana respecto al resto es enorme y con estas acciones buscarán acortar las distancias ante un Red Bull en pleno apogeo y dominante.
James Allison debe liderar este nuevo proyecto en medio de plena temporada con el agravante que estas mejoras se retrasaron una semana ya que originalmente se iban a presentar en Imola pero el desastre climático en la zona de la Emilia Romagna alteró todos los planes y por ello harán debutar a este renovado auto en Mónaco aunque las primeras conclusiones y datos fidedignos recién los tendrán en España.

Los cambios que sufrió el W14
Las áreas retocadas fueron los pontones que no solamente ganaron volumen sino que los radiadores fueron colocados en posición horizontal, la suspensión delantera con un nuevo anclaje de la barra superior ya que el mismo se elevó unos milímetros para no tener que cambiar el chasis, algo prohibitivo por el techo presupuestario. Esta solución logró un mayor grado de inclinación de la barra que se decanta en menor cabeceo para el auto y en una mayor estabilidad en su paso por curva.
El fondo del auto fue revisado y por ello la canalización del flujo de aire buscará darle mayor estabilidad al auto bajando unos centímetros la altura respecto al asfalto y así aumentar la carga aerodinámica que redundará en un menor cabeceo y un mejor paso por curvo. Al menos así lo creen los ingenieros de Mercedes. Con el correr de los grandes premios irán llegando nuevas actualizaciones ya que primero deben probar que estas modificaciones funcionen.
Lo más duro para el equipo de Brackley no fue realizar modificaciones sino el aceptar que se habían equivocado con el diseño. Ahora llegó el momento de comenzar a desandar un largo camino para volver a ser un equipo ganador. Y ese es el mayor desafío que tiene Mercedes, reinventarse y salir airoso de este desafío.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1.