Pase lo que pase siempre gana Súper Max

El piloto holandés ganó una caótica y atrapante carrera en Zandvoort que le permitió alcanzar el récord de victorias consecutivas con Sebastian Vettel. Gran tarea de Fernando Alonso y Pierre Gasly. La lluvia causó estragos y la competencia debió ser suspendida por un rato.

El Gran Premio de Países Bajos tenía una recompensa muy especial para Max Verstappen ya que ganarlo significaba alcanzar el récords de victorias consecutivas que poseía Sebastian Vettel desde la temporada 2013 con nueve triunfos. Y cuando todo estaba encaminado para que Max se quede con la carrera sin grandes sobresaltos se desencadenó un intenso chaparrón sobre el circuito de Zandvoort que llegaba desde el mar del Norte y por ello la competencia debió ser neutralizada mediante una bandera roja.

Las dudas que se plantean en cada carrera ya no son si Max ganará sino quienes lo acompañarán en el podio. Esto se debe al altísimo nivel mostrado por el piloto holandés. Para muestra basta un botón: en la primera parada en boxes (en la vuelta 2) salió a algo más de trece segundos de distancia de Sergio Pérez descontándole entre dos y cuatro segundos por giro. Redujo casi toda la diferencia y en la vuelta trece quedó nuevamente como líder tras realizarle un undercut en el giro anterior. Es difícil aguantar a Súper Max con un ritmo así.

Verstappen no comete errores importantes cuando maneja debido a la confianza que tiene en sí mismo. Es muy complicado poder ganarle a un piloto que se encuentra con el ánimo por las nubes y en estado de gracia. Tampoco pudo con él Fernando Alonso en el relanzamiento de la carrera cuando el Nano lo apretó en la curva Tarzán y no pudo superarlo.

Recién allí Max respiró con tranquilidad ya que había sorteado el último contratiempo que lo separaba de la victoria, la novena de manera consecutiva que le permitió alcanzar el récord de Sebastian Vettel con nueve triunfos consecutivos en la temporada 2013. Si Verstappen gana en Monza entonces habrá establecido una nueva marca que será complicada de superar.

La gran labor de Max Verstappen opacó un tanto los brillantes trabajos de Fernando Alonso, Pierre Gasly, Carlos Sainz, Lewis Hamilton y Alex Albon. Todos ellos rindieron muy bien y sacaron buenos puntos teniendo en cuenta las circunstancias que debieron atravesar durante la carrera.

Festejan en el podio Max, Fernando Alonso y Pierre Gasly.

La lluvia, esa protagonista

Las inclemencias del tiempo se hicieron presente en Zandvoort durante todo el fin de semana pero en la carrera hubo lluvia al principio y al final de la misma condicionando a todos los equipos con sus estrategias. El primer aguacero comenzó apenas se largó el gran premio y lo que tuvo de intenso también lo tuvo de breve ya que en la vuelta once los pilotos debieron parar nuevamente en boxes para poner neumáticos de slicks ya que la pista se estaba secando a gran velocidad y los autos perdían rendimiento de manera acelerada.

Allí se vio un stint potente por parte de Max ya que le comió toda la ventaja que le había sacado Checo (13.5 segundos) en unos pocos giros y luego le realizó un undercut en la vuelta 12. A Max no le importaba cuidar las cubiertas mientras que Sergio (recibió una penalización de cinco segundos por exceder la velocidad en la calle de boxes que le hizo perder el tercer lugar) buscaba que sus neumáticos duren más tiempo ante una posible lluvia que en ese momento no llegó.

El segundo chaparrón apareció en la vuelta 61 pero la carrera no se detuvo hasta el giro 64 en que la lluvia arreciaba en todo el circuito y hacía casi imposible la circulación de los autos. En ese momento varios monoplazas entraron en boxes para calzar las cuestionadas cubiertas full wet.

Y ya sabemos: en la Fórmula 1 actual salir a pista con neumáticos azules es garantía de neutralización de la competencia debido a la escasa visibilidad que genera la columna de spray que van dejando los autos. El problema de las gomas full wet no es su eficacia para drenar agua sino la falta de visión que padecen los pilotos en esas circunstancias.

La lluvia caída en Zandvoort complicó sobremanera a todos los equipos.

Las locuras del Nano

Aston Martin llevó grandes actualizaciones a Zandvoort que le sirvieron a Fernando Alonso para terminar segundo y volver al podio tras cuatro grandes premios ya que la última vez que lo había logrado fue en Canadá donde terminó como escolta de Max. Nano debía terminar esta carrera lo más arriba posible (y si sacaba más puntos que Checo era mejor para él en su lucha por el subcampeonato) para despejar algunos nubarrones que se posaron en el equipo de Lawrence Stroll.

Y en Zanvoort sacó a relucir todo su repertorio e inteligencia. En la largada superó con una maniobra brillante en la curva 3 a George Russell y a Alex Albon y en la vuelta 49 dejó atrás a Carlos Sainz con otro movimiento antológico. Ver al Nano con ese nivel a los 42 años es gratificante.

Y aún le quedaba más ya que en el relanzamiento de la carrera tras la suspensión fue directamente a buscar a Max Verstappen y allí hizo gala de su inteligencia ya que desistió de volver a intentar sobrepasar al actual bicampeón y decidió conformarse con los 19 puntos que tenía en el bolsillo (se llevó una unidad extra por marcar la vuelta rápida) antes que arriesgar todo y quedarse sin nada.

Nano anduvo muy bien durante todo el fin de semana (acá te dejo los resúmenes de los entrenamientos libres del día viernes y la clasificación del sábado) y el segundo puesto es un merecido premio. Sabe que Max es inalcanzable pero tiene toda su energía puesta en pelear por el subcampeonato. Y a ese sueño no se lo quita nadie.

Fernando Alonso cumplió una gran tarea en Zandvoort.

Fotos: gentileza Aston Martin y Red Bull Content Pool.

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