El Mercedes W13 o la metáfora del Clase S, el tractor y la carreta

La temporada 2022 encuentra a Lewis Hamilton y a George Russell con rendimientos dispares a bordo del W13. Uno de ellos bajó su nivel y el otro lo subió si se compara al monoplaza actual con los autos que condujeron ambos en el pasado reciente.

No es fácil buscar una analogía para hacer esta comparación pero el dispar rendimiento que están teniendo Lewis Hamilton y George Russell lo amerita. La temporada 2022 trajo un nuevo reglamento y con ello una nueva correlación de fuerzas en la parte de arriba del pelotón. El Mercedes W13 mostró un comportamiento inaceptable hasta el momento aunque George se empeñó en sacar buenos resultados en base a regularidad y esfuerzo.

Mientras Red Bull y Ferrari son la gran referencia del campeonato en Brackley están trabajando para corregir los errores de diseño de su auto. Una tarea un tanto difícil para Toto y sus colaboradores. Los tiempos apremian y los alemanes necesitan sumar puntos con sus dos pilotos. No les sirve de nada que quien puntúe sea sólo Russell. Esas hipotéticas unidades en manos de Lewis Hamilton harán que el heptacampeón recupere la confianza perdida.

Es un hecho que Lewis se sintió afectado por el desenlace del campeonato 2021 y que moralmente no se encuentra en óptimas condiciones para competir. Lo sucedido en Abu Dabi aún lo atormenta. No es el único motivo por el cual está teniendo una pésima temporada sino que el auto no lo ayuda para nada. Caso contrario para George Russell que entendió mejor al monoplaza y aprovecha las chances de trepar en las posiciones que le van dejando los demás pilotos.

Lewis, Toto y George el día de la presentación del Mercedes W13. Nadie imaginaba aún la pesadilla que estaban por vivir.

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De millonario a mendigo

Esa es la descripción sobre el infierno que está atravesando Lewis Hamilton en este momento. En términos automotrices sería pasar de conducir un Mercedes Clase S (todo un derroche de tecnología con un andar majestuoso) para tener que hacerlo en un humilde tractor.

Tres factores contribuyen a ello: se siente timado por lo sucedido en Abu Dabi 2021, el Mercedes W13 aún no funciona para él ya que es quien debe desarrollar el coche debido a su vasta experiencia en la categoría y George lo está superando lenta pero constantemente.

Lewis estaba acostumbrado a que el equipo fluya a su alrededor. Por eso es que Valtteri Bottas era quien desarrollaba el auto y Hamilton quien se llevaba los beneficios. Con el nuevo reglamento esta situación cambió radicalmente.

Valtteri debió irse a Alfa Romeo para poder brillar con luz propia, llegó Russell a Mercedes con muchas incógnitas sobre el respeto a la autoridad del heptacampeón y James Allison y Mike Elliott diseñaron un auto es-pan-to-so. Un combo devastador…

Todo ese cóctel derivó en el presente de Lewis. No es lo mismo sentarse a conducir un auto de Fórmula 1 desarrollado al estilo conductivo de un piloto que tener que desarrollar uno mismo ese trabajo. Y a Lewis no le gusta esta parte del trabajo. Tenía un Clase S (los W05 al W12) y de repente le dieron un tractor (el W13) para trabajar.

Sobrepeso, marsopeo, centro de gravedad alto y mala distribución de pesos son motivos más que suficientes para no querer manejar ese auto. Y su confianza se sintió afectada. Hamilton no está cómodo pero tampoco se olvidó de manejar sólo que ahora lo hace de otro modo y en otras circunstancias.

Lewis quedó atascado detrás de Pierre Gasly durante 28 vueltas en Imola. Ni con el DRS activado pudo superar al francés.

Cambiar una carreta por un tractor

Distinto es el caso de George Russell. El tipo corría con un humilde Williams que le valieron el apodo de Mister Saturday porque en más de una ocasión lo llevó a la Q3. Esos Williams eran una carreta con tracción a sangre, claramente eran el peor auto del paddock. Pasar de manejar eso a hacerlo con un tractor es un cambio interesante.

George aprendió en el equipo inglés a gestionar los escasos recursos disponibles y a brillar pese a estos obstáculos. Llegar a una estructura como Mercedes en la cual los recursos se miden de otra manera le sirvieron para entender y explotar los poquísimos atributos del Mercedes W13. Su regularidad y el olfato para detectar potenciales situaciones de posiciones en pista (no se mete en líos innecesarios) le sirvieron para escalar en todos los órdenes.

En Mercedes saben que en los grandes premios disputados en la temporada obtuvieron más puntos de los que imaginaban. No siempre van abandonar las Ferrari ni los Red Bull. Los alemanes están lejísimos de ellos y es muy difícil que puedan recortar distancias. Ahora tienen que mirar de reojo a McLaren, Haas y Alfa Romeo. Y mientras tanto deben ocuparse de minimizar daños para que Russell siga sumando puntos y para que Lewis lo haga de manera constante.

De lo contrario corren el riesgo de imitar a Lotus en 1979 cuando presentaron el espantoso Lotus 80 y Carlos Reutemann terminó por delante de su compañero de equipo (y campeón del mundo vigente) Mario Andretti. La gloria y el ocaso siempre van juntos…

George aprovechó todas las oportunidades y trepó hasta un meritorio cuarto puesto en Italia.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1.

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