
Lo más importante en el Gran Premio de Baréin 2020 sucedió en la vuelta inicial de la carrera cuando el Haas de Romain Grosjean chocó contra un guard rail, se partió en dos y se prendió fuego. El francés salvó su vida de milagro. La carrera fue casi anecdótica con lo sucedido.
Dolor, lágrimas, impotencia y un nudo de en la garganta. Todo eso sentimos al ver las imágenes que llegaban desde el Circuito Internacional de Baréin sin saber aún que había sucedido con Romain Grosjean en la mañana del 29 de noviembre de 2020. La Fórmula 1 no tenía un accidente con fuego en pistas desde hace muchísimos años. Por ello era una experiencia nueva para muchos seguidores del Gran Circo.
El último incidente con fuego de grandes proporciones pudo ser el que tuvo Jos Verstappen en 1994 durante el Gran Premio de Alemania en el momento del reabastecimiento de combustible en boxes. La imagen del Haas de Romain Grosjean chocando y ardiendo nos llevó a quienes peinamos canas directamente a Nürburgring 1976 con el terrible accidente de Niki Lauda que casi le cuesta la vida.
Romain sintió que esos veintiocho segundos fueron eternos para él (y para todos nosotros, of course) y que simplemente no era el momento para morir. Este suceso nos retrotrajo a escenas que ya creíamos superadas y olvidadas en la Máxima debido al impresionante avance de la tecnología en estos últimos cuarenta años en los cuales se logró dominar al fuego.
El acierto del halo
El terrible accidente sufrido por Romain Grosjean no pasó a mayores debido al halo. Y estuvo a un pasito de ser una tragedia. Este elemento nunca debió haber sido discutido bajo ningún aspecto. Ni estético ni de seguridad ya que si alguien tenía alguna duda sobre el funcionamiento del mismo estas quedaron totalmente desdepejadas con este accidente de Romain.
Las medidas de seguridad en los autos de Fórmula 1 se fueron acrecentando con el paso del tiempo. Y los coches del 2022 serán más seguros aún. La muerte de Ayrton Senna en 1994 hizo que la FIA tome cartas en serio en el asunto.
Tipos como Sir Jackie Stewart bregaron siempre por las condiciones de seguridad de los pilotos. Lo ocurrido con Jules Bianchi en Japón 2014 dejó enseñanzas a todos. Y la búsqueda de un adminículo para proteger la cabeza de los pilotos se aceleró en los últimos años. Hasta que se probó la brillante idea del ingeniero y periodista Giorgio Piola. Así nació el halo que le salvó la vida a Romain Grosjean.

Un ejemplo de superación
Romain Grosjean sufrió quemaduras en sus manos. Como no tenía equipo en la Fórmula 1 se fue a la IndyCar. Su accidente fue con una fuerza de 67 G y el halo le salvó la vida porque cortó el guardrail.
Hace regularmente ejercicios con sus manos mientras pelea por ser el rookie del año en la categoría norteamericana. Aún tiene secuelas en su mano izquierda, le operaron varias veces esas manos e incluso recibió un trasplante de piel que podría repetirse en el futuro. Ahora lo esperan el equipo Andretti y las 500 Millas de Indianápolis. Y de paso celebró su primer cumpleaños al cumplirse un año del accidente. Y vaya que no es poco. ¡Larga vida Romain!

Fotos: gentileza Fórmula 1, Haas F1 Team y Mercedes AMG F1.