Poderoso caballero es don dinero…

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La Fórmula 1 quiere volver a Arabia Saudita pese a los hechos sucedidos en la planta de Aramco cuando rebeldes hutíes atacaron las instalaciones de la petrolera estatal saudita. La categoría no debería volver jamás allí pero el dinero manda.

Las imágenes de lo sucedido en Arabia Saudita el viernes 25 de marzo de 2022 quedarán grabada en las retinas de todo el mundo. Mientras se desarrollaban los Entrenamientos Libres 1 en el circuito urbano de Jeddah apareció una columna de humo casi sobre el horizonte.

La misma estaba originada en unas instalaciones de Aramco situadas a diez kilómetros del trazado. Los rebeldes hutíes habían logrado su objetivo de llamar la atención del mundo pero nadie imaginaba como se iban a desarrollar los acontecimientos a partir de ese momento. Ni tampoco se podía representar cabalmente cuan solos quedaron los pilotos, casi como rehenes de lujo.

Pese a todo ello la Fórmula 1 quiere volver a Arabia Saudita en la temporada 2023 para una nueva edición del gran premio de aquel país. Y aquí es donde muere el sentido común y donde sólo se comienza a pensar en el cumplimiento de los contratos y en la camionada de petrodólares que recibió la categoría para hacer un hermoso proceso de sportwashing. Sobran los ejemplos al respecto en el deporte mundial…

Los pilotos posan en Bahréin, una semana después iban a vivir una pesadilla.

Un hermoso lavado de imagen…

Arabia Saudita necesitaba mejorar su cuestionada imagen ante el resto del mundo por atacar reiteradamente a Yemen y por la constante violación de los derechos humanos dentro del país.

La Fórmula 1 aceptó un contrato por diez años para que el país asiático sea sede de un gran premio y no puso objeciones para que Aramco sea patrocinador principal de la categoría durante esos diez años. La necesidad de dinero fresco debido a los recortes producto de la pandemia de Covid-19 llevaron a la categoría a mirar para otro en algunas cuestiones y recibir la tarasca sin inmutarse.

La cifra recibida por la Fórmula 1 por adelantado es de mil cien millones de dólares. 450 corresponden a la realización del gran premio y los 650 millones restantes son el patrocinio de la petrolera estatal saudita. Ahora hay que cumplir lo firmado.

Y allí es donde los pilotos quedaron desprotegidos. Los jefes de equipo y la FOM les hicieron ver que correr era la opción más sensata ya que los sauditas apretaron a todo el paddock haciéndoles saber cuán difícil iba a resultar salir del país por las buenas. Nada que envidiarle a Indiana Jones…

La carrera nunca debió disputarse ya que la posibilidad de un ataque (intencional o no) siempre estuvo latente. La GPDA quedó sola y los pilotos, ante el temor valedero de perder su libertad y quedar como rehenes, cedieron en su posición. La tarea de ablande por parte de los jefes de equipo y Stefano Domenicali había surtido efecto.

Stefano Domenicali convenció a los pilotos de correr en Arabia Saudita.

Escuchá nuestro podcast sobre el Gran Premio de Arabia Saudita

Ferrari y Red Bull son serios candidatos al título.

Cuando lo deportivo se tergiversa

La situación hubiese sido cómica si no hubiese estado involucrada la vida de los pilotos. Solamente primó el negocio (que Toto Wolff y Stefano Domenicali la disfracen como quieran) sin importar la seguridad de los pilotos, ellos son las estrellas de la Fórmula 1 y no participan de las grandes decisiones de la categoría. Siempre fue así y será difícil que cambie. La rebeldía en el deporte está penada tácitamente. Aceptar todo de lo sucedido en el país asiático como si fuese un hecho normal se presta a que haya grandes dolores de cabeza en el futuro.

Medio Oriente se está adueñado del deporte a nivel mundial y no hay una fuerza capaz de impedirlo. Fútbol y Fórmula 1 van a la cabeza. Cuando se realizan acciones donde prima el dinero sobre lo deportivo todo se desvirtúa. Lo sucedido entre Barcelona y Bahréin en los tests de pretemporada así lo certifica. Y lo mismo sucedió en Arabia Saudita. Ahora solamente falta que los protagonistas se animen a hablar. Habrá que ver si tienen el valor suficiente para hacerlo…

Así fue la largada del Gran Premio de Arabia Saudita.

Fotos: gentileza Mercedes AMG F1, Oracle Red Bull Racing y Prensa Fórmula 1.

Gonzalo Ferrer

Periodista. En los 90 era el encargado del rugby en LV12 de Tucumán. Cubrí la histórica gira de los Springboks por Argentina en 1993 y seguí al seleccionado de la URT en su era de mayor esplendor. En 2019 decidí incursionar en el periodismo escrito. Dirigí DDMO y actualmente EFECTO SUELO, blog rosarino sobre Fórmula 1.

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