
La Fórmula 1 tiene en carpeta cambiar los horarios de las carreras en caso de lluvia. Parece que la idea es correr solamente en piso seco, un auténtico despropósito.
Por algo es conocida como La Máxima ya que la Fórmula 1 es el summum de la tecnología, el glamour y del automovilismo mundial. Muchos protagonistas dejaron la vida en una pista para hacer grande a esta categoría.
Y ahora, como si los cambios fueran pocos, buscan darle una nueva vuelta de tuerca. Lo peor es que quienes deciden esto son quienes deberían velar por la salud del Gran Circo.
Lo sucedido durante el simulacro de gran premio en Spa-Francorchamps golpeó fuerte la imagen de la Fórmula 1. Y no tienen mejor idea que apagar un incendio con nafta. Es obvio que en esas condiciones no se podía competir pero sacar el Safety Car para completar unas vueltas y otorgar la mitad de los puntos fue pa-té-ti-co.
No les importaron ni los espectadores en el circuito que se mojaron durante horas ni tampoco aquellos que podían disfrutar del espectáculo desde sus casas alrededor del mundo.

Los dichos de Michael Masi
El cambio de horarios no dependería mucho de las televisiones y es algo de lo que vamos a hablar en las próximas semanas. Ya dijimos después de lo de Spa que tendríamos que debatir de forma estratégica sobre ello entre la FIA, la Fórmula 1 y los diez equipos. Será uno de los puntos de debate en la próxima reunión.
El Director de Carrera sobre los posibles cambios.

Los culpables
En los últimos treinta años cambiaron dramáticamente el diseño de los autos, de las cubiertas, de los nuevos circuitos y de los modos de entrenamiento de los pilotos. Y todo tiene que ver con todo.
Esta categoría actual poco tiene que ver con la que conocimos en los 70, 80 y 90. Esa Fórmula 1 romántica murió el fin de semana del 29 de abril al 1 de mayo de 1994. Hoy en día se vela por la seguridad de los pilotos pero correr solamente en piso seco es una exageración.
En la actualidad es casi imposible correr con lluvia por culpa del spray que largan los neumáticos Pirelli. Las cubiertas intermedias (verdes) drenan hasta 45 litros de agua por segundo mientras que las gomas de lluvia extrema (las azules) sacan hasta 85 litros de líquido por segundo. Y toda esa estela que dejan por detrás obstaculiza la visión de los pilotos, sin olvidar que estos ya están algo limitados en su visión por el halo.

Una pésima idea
Lo primero que tienen que hacer la Fórmula 1 y la FIA es pedirle a Pirelli que haga neumáticos que no larguen tanto spray para poder competir. Jean Todt manifestó que recién en el 2025 o 2026 podrían tener autos que sirvan para correr en lluvia. Mejor no digo lo que pienso al respecto.
Está más que claro que algo se debe hacer de manera urgente porque la Fórmula 1 no resistiría otro duro golpe a su credibilidad en momentos en que la audiencia está siguiéndola nuevamente gracias a la enorme lucha por el campeonato entre Lewis Hamilton y Max Verstappen. Recuperar seguidores no es fácil aunque hay mucha gente ávida por consumir Fórmula 1.

Hay que cuidar el producto
La gran pelea entre Lewis y Max puso los ojos del mundo nuevamente sobre la Fórmula 1. En el 2020 se pudo completar una temporada fantástica ya que se debió articular una logística muy grande en medio de la peor pandemia que tuvo la humanidad en los últimos cien años. Y lo hicieron de manera admirable.
Por ello es que las decisiones a futuro sean tomadas de manera correcta para evitar que se repita el papelón de Bélgica. Y además deben hacer algo con las cubiertas y con los autos porque correr solamente con piso seco iría contra la tradición de la Fórmula 1. Y hay que cuidar la gallina de los huevos de oro…

Fotos: gentileza McLaren, Mercedes AMG F1, Prensa Fórmula 1 y Scuderia Ferrari.